Operación Reno (2000)

“Operación Reno” no es precisamente una revolución cinematográfica, pero sí una película que sabe ofrecer un entretenimiento sólido y bien ejecutado. Dirigida por Steven Soderbergh, el veterano cineasta consigue un tono particular que oscila entre el thriller de acción y la comedia negra, y en general, la película cumple su cometido de manera efectiva, aunque no sin cierta previsibilidad.

Ben Affleck, en un papel que le sienta especialmente bien, encarna a Rudy Duncan con una mezcla de ingenuidad, desesperación y una inesperada astucia. Su personaje, un ex-criminal que busca redimirse, es el eje central de la trama y Affleck aporta una actuación natural y convincente, evitando caer en clichés de héroe redimido. Charlize Theron, por su parte, ofrece una interpretación de Ashley que es a la vez seductora y frágil, transmitiendo la complejidad de una mujer que ha vivido una vida dura y que lucha por proteger a su familia. La química entre Affleck y Theron es notable, impulsando las escenas de diálogo y las situaciones de tensión. Gary Sinise, como el hermano de Ashley, aporta un contrapunto interesante al papel del antagonista, mostrando una amargura y una determinación palpable que lo convierten en un personaje más que un simple villano.

Soderbergh se vale de su experiencia en el cine independiente para crear un ritmo ágil y una atmósfera realista, incluso en las escenas de acción más espectaculares. Las secuencias de persecución y los tiroteos están bien coreografiadas y se integran de forma orgánica en la narrativa. La dirección de fotografía, por parte de Peter Sincavage, es notable, aprovechando la luz natural y creando un ambiente crudo y urbano que contribuye a la sensación de autenticidad. Sin embargo, el guion, aunque sólido en su planteamiento y desarrollo, se beneficia de algunos momentos de excesiva simplicidad y de ciertos diálogos que carecen de profundidad.

La película, sin duda, juega con la expectativa del espectador. La premisa inicial, el deseo de Rudy de empezar una nueva vida, genera simpatía y curiosidad. A medida que la trama se complica, con la amenaza del casino y la intervención del hermano de Ashley, la tensión aumenta de forma progresiva. La película no se apresura a ofrecer respuestas y permite que el misterio se desenvuelva a un ritmo pausado, aunque no siempre resulta especialmente sorprendente. A pesar de ello, Soderbergh logra mantener el interés del público gracias a su capacidad para construir suspense y para generar momentos de genuina emoción.

En resumen, “Operación Reno” es una película de acción y crimen entretenida y bien hecha, que ofrece un buen entretenimiento sin grandes pretensiones. Es un ejemplo de cómo Soderbergh puede adaptar su estilo a diferentes géneros, mostrando su versatilidad como director. Es una película que, aunque no dejará una huella imborrable en la historia del cine, merece la pena ver para aquellos que disfrutan de este tipo de historias.

Nota: 7/10