Opportunity Knocks (1990)

“Opportunity Knocks” es una comedia que, aunque no alcanza la grandeza de algunas obras del género, ofrece un entretenimiento ligero y accesible, perfecto para una noche de sofá con palomitas. La película, dirigida por William Windisch, se basa en una premisa relativamente sencilla: dos estafadores, Eddie (Dana Carvey) y Lou (James Tolkan), se ven arrastrados a una situación comprometida cuando deben permanecer sin ser descubiertos en la casa de un desconocido durante su ausencia. La trama se complica con la inesperada llegada de la familia del propietario, desencadenando una serie de situaciones cómicas que se aprovechan de la incapacidad de los estafadores para controlar el caos que se desata.

La dirección de Windisch es competente, logrando mantener el ritmo de la película y mantener el interés del espectador. No se esfuerza por la originalidad visual, pero se centra en la comedia y el desarrollo de la historia. Sin embargo, se nota que el director busca un equilibrio entre el humor físico y el ingenio verbal, a veces con un resultado justo, a veces un poco forzado. La puesta en escena es simple, pero efectiva para crear la atmósfera de confusión y peligro.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Dana Carvey y James Tolkan, como los estafadores, ofrecen un buen trabajo en la creación de personajes cómicos y poco convencionales. Carvey, especialmente, aporta una energía innegable a su personaje, utilizando su peculiar sentido del humor para generar momentos divertidos. Robert Loggia y Todd Graff, interpretando a los familiares del dueño de la casa, también se desenvuelven bien, contribuyendo al caos general y aportando matices a sus personajes. No obstante, la película podría haberse beneficiado de un mayor desarrollo de algunos de ellos, aunque la comedia omnipresente, en cierta medida, compensa la falta de profundidad.

El guion, escrito por Tom Schulman, es donde la película tiene sus mayores deficiencias. Si bien la premisa inicial es interesante y las situaciones que se desarrollan son divertidas, la trama se vuelve repetitiva y, en ocasiones, un poco absurda. El humor es principalmente slapstick y basado en la comedia de situación, lo cual no resulta particularmente innovador. La película no explora las consecuencias psicológicas de las acciones de los personajes, ni tampoco profundiza en las motivaciones de ninguno de ellos. La resolución, aunque satisfactoria, es un tanto apresurada y no logra resolver completamente los problemas que se plantean a lo largo de la historia. Se siente como si el guion, en su afán por mantener el ritmo cómico, sacrificara la sustancia y la complejidad.

A pesar de sus defectos, “Opportunity Knocks” es una película entretenida y superficial que, conociendo sus limitaciones, puede ser disfrutada. No es una obra maestra, pero ofrece un buen rato y una dosis de humor para pasar el tiempo. Su valor reside principalmente en su capacidad para generar situaciones cómicas y en las actuaciones sólidas de su elenco principal.

Nota: 6/10