Os Parças 2 (2019)

“Os Parças 2” no es simplemente una comedia adolescente; es un ejercicio de energía descontrolada y una celebración del caos deliberado. Tom Cavalcante, como siempre, brilla con una energía inagotable, canalizando la frustración y el sarcasmo de Romeo con una naturalidad que lo convierte en el corazón palpitante de esta secuela. Su interpretación, ya de por sí divertida, se ve potenciada por el guion, que no le teme a mostrar su lado más vulnerable y a explorar sus motivaciones con un toque de melancolía que, paradójicamente, eleva el humor.

La dirección de Daniel Fraga logra mantener un ritmo frenético durante toda la película. El estilo visual es rápido, con planos cortos y cortes ágiles que contribuyen a la sensación de que el tiempo se distorsiona y todo sucede en un torbellino de situaciones cómicas. Sin embargo, no se queda en la mera velocidad; se preocupa por la construcción de personajes y por mostrar la dinámica entre los protagonistas. La relación entre Romeo y China, aunque breve, se siente genuina y proporciona una dimensión dramática importante a la trama.

Whindersson Nunes y Tirullipa, como Toin y Ray Van, son más que simples alicientes de popularidad. Ambos aportan un encanto particular a la película. Nunes, en particular, demuestra una gran versatilidad, mostrando tanto momentos de torpeza y humor blanco, como momentos de genuina conexión con los otros personajes. La química entre él y Cavalcante es excelente, y sus interacciones son consistentemente divertidas. La inclusión de Tirullipa, aunque quizás un poco forzada en algunos momentos, cumple su función de introducir un nuevo elemento cómico y de amplificar la sensación de locura que impregna la película.

El guion, a pesar de algunas escenas que podrían haberse alargado un poco más para desarrollar mejor las ideas, es inteligente y se sirve de tropos familiares del género, como el "plan fallido" y la "situación comprometida", pero lo hace con una frescura y una originalidad que lo distinguen de otras comedias juveniles. La premisa de restaurar un campamento de verano para atraer a una multitud de jóvenes es particularmente efectiva, permitiendo al guion explorar una amplia gama de situaciones absurdas y personajes excéntricos. La película se beneficia de la naturaleza impredecible de la comedia pastelera, a la que pertenece, y no tiene miedo de empujar los límites del humor, aunque en ocasiones se inclina hacia lo gratuito.

En definitiva, "Os Parças 2" es una película para disfrutar sin tomarse la historia demasiado en serio. Es un escape divertido, un torbellino de risas y un recordatorio de que, a veces, la mejor manera de lidiar con los problemas es con una buena dosis de locura y amigos leales. Es un triunfo del humor autocrítico y una muestra de la capacidad del cine brasileño para generar entretenimiento de calidad.

Nota: 7.5/10