‘OSS 117: El Cairo, nido de espías’ es, en esencia, un homenaje audaz y magistral a los thrillers de espías de la década de 1950, pero lo que emerge es mucho más que una simple evocación. Pierre Bonitzer, en su dirección, no solo recrea la atmósfera opulenta y desconfiada del Cairo de 1955, sino que la inyecta con un humor negro y una sofisticación que la mayoría de las producciones modernas no alcanzan. El resultado es una película inteligente, visualmente deslumbrante y, lo más importante, tremendamente divertida.
Jean Dujardin, en el papel del espía Hubert Bonisseur de la Bath, conocido como OSS 117, entrega una actuación que redefine el concepto de carisma y encanto de espía. Su presencia escénica es innegable, pero lo que realmente destaca es su agudeza mental, su cinismo irónico y su habilidad para navegar por la intriga política con una mezcla de exasperación y exasperación. Dujardin no se limita a interpretar un personaje; se *convierte* en OSS 117, transmitiendo toda su complejidad con una mirada y una sonrisa sutiles. La química entre él y Jacques Leconte, que interpreta al Inspector Nico, es pura maravilla. Su relación, ambigua y llena de halagos sarcásticos, es el corazón palpitante de la película.
El guion, adaptado de las novelas de Jérôme Colette, es excepcionalmente bien construido. La trama, que empieza como una misión de inteligencia aparentemente sencilla, se complica exponencialmente a medida que OSS 117 se ve envuelto en una red de conspiraciones y falsedades. La película no se detiene en explicaciones detalladas; en cambio, confía en la inteligencia del espectador para seguir el ritmo frenético de la acción y las intrigas. La escritura es ágil, con diálogos agudos y diálogos ingeniosos que recuerdan a la época dorada del cine de espías, pero con un toque distintivo y modernizado. Los detalles, como las descripciones de los locales y la vida social del Cairo, son muy ricos y evocadores, creando una sensación de inmersión total.
Desde la fotografía de Patrick Benegas, que captura la luz del Cairo con una paleta de colores vibrantes y contrastantes, hasta el diseño de producción meticuloso, cada elemento de la película está cuidadosamente pensado para crear una experiencia visualmente impactante. La banda sonora, compuesta por Maurice Ravel y otros compositores, complementa a la perfección la atmósfera de glamour y peligro. ‘OSS 117: El Cairo, nido de espías’ es una película que recompensa la atención plena y el disfrute por verla una y otra vez, revelando nuevas capas de sofisticación y humor con cada visionado.
Nota: 8.8/10