Otra terapia peligrosa ¡Recaída total! (2002)

“Otra terapia peligrosa ¡Recaída total!” es una película que no busca la originalidad, sino que abraza con decisión la fórmula que la convirtió en un éxito de culto en sus entregas anteriores. El director Mark Wahlberg, ahora también productor ejecutivo, se mantiene firme en un estilo accesible y centrado en el drama psicológico, sin dejar de lado el humor negro que ha caracterizado a la saga. Es una película de placer reconfortante para aquellos que buscan una comedia negra con profundidad y personajes imperfectos, pero que no pretendan revolucionar el género.

La premisa, que involucra la vuelta al mundo de un mafioso peligroso al servicio de la ley mediante la terapia, es interesante desde el principio. Sin embargo, la película se beneficia enormemente de las actuaciones, y especialmente del dúo formado por Mark Wahlberg y Jack Nicholson. Wahlberg, interpretando a Paul Vitti, proyecta una mezcla admirable de amenaza y vulnerabilidad. Su personaje, un mafioso con una brújula moral distorsionada, evoluciona a lo largo de la trama, y Wahlberg logra transmitir esa complejidad con sutileza. Pero la verdadera joya reside en Nicholson, que aporta una presencia imponente y un humor seco que elevan considerablemente la experiencia cinematográfica. Su Dr. Ben Sobel es un personaje consumido por el estrés y la herencia familiar, y Nicholson se entrega por completo a su papel, ofreciendo momentos memorables. La química entre ambos actores es uno de los pilares de la película.

El guion, aunque no es particularmente innovador, sigue las reglas del género de manera eficiente. Se centra en la dinámica entre Vitti y Sobel, explorando la tensión entre la ley y la moral, y el papel de la terapia en la transformación de un hombre. La película aborda temas como la redención, el peso del pasado y la búsqueda de la identidad, pero lo hace de una manera relativamente ligera y sin profundizar demasiado en la reflexión filosófica. Hay diálogos ingeniosos, especialmente aquellos compartidos por Wahlberg y Nicholson, y algunas situaciones cómicas que logran generar risas genuinas. El ritmo es constante, manteniendo el interés del espectador y evitando momentos de aburrimiento. La dirección de Mark Wahlberg es funcional, priorizando la acción y el drama, aunque no destaca por originalidad estilística. Los efectos especiales, consistentes con la trama, son utilizados con moderación y contribuyen al tono general de la película.

No obstante, la película no está exenta de fallos. Algunos diálogos pueden resultar un poco forzados, y la trama principal se siente un tanto predecible. La extensión de la historia, aunque adecuada para el género, podría haber sido acortada sin perder la esencia de la narrativa. Sin embargo, estos pequeños detalles no restan importancia a la experiencia global, que se beneficia del talento de los actores y el humor negro que impregna la trama. “Otra terapia peligrosa ¡Recaída total!” es una película divertida y entretenida, una secuela que honra el legado de la saga, sin romper con la fórmula que la convirtió en un éxito.

Nota: 7/10