Ouija (2014)

“Ouija” (2014) es una de esas películas de terror que, a pesar de sus evidentes influencias y convenciones del género, logra generar, en parte, una experiencia inquietante y que permanece en la memoria. La película se basa en la premisa de un juego de mesa, la Ouija, que se convierte en una puerta de entrada a fuerzas sobrenaturales, un tropo familiar para los amantes del terror, pero que aquí se aborda con una atmósfera de constante tensión y un desarrollo, aunque predecible, que resulta entretenido. La historia se centra en un grupo de adolescentes, enfrentados a la pérdida de uno de sus compañeros, que buscan desesperadamente una conexión con el más allá a través de la Ouija, sin comprender la magnitud de las consecuencias de sus actos.

La dirección de Bajo António Samora se caracteriza por un tono sombrío y deliberadamente austero. Se evita el uso excesivo de efectos especiales llamativos y se centra en la creación de una atmósfera opresiva. La iluminación juega un papel fundamental, empleando sombras y contrastes para generar una sensación de inquietud y desasosiego. Samora explota la claustrofobia de las escenas nocturnas, lo que intensifica el miedo y la sensación de peligro inminente. Sin embargo, la dirección podría haber sido más audaz y original en algunos momentos, recurriendo a clichés del género y evitando un desarrollo más profundo de la narrativa.

El reparto juvenil, encabezado por Victoria Pedretti, Austin Stowell III y Brittany Snow, ofrece interpretaciones convincentes. Cada uno de los personajes, con sus propios miedos y secretos, contribuye a la dinámica del grupo y a la sensación de que algo terrible está a punto de suceder. Pedretti, en particular, se destaca por su interpretación de una joven atormentada por el pasado, lo que le otorga credibilidad a sus decisiones y acciones. Los actores logran transmitir la desesperación, el miedo y la creciente paranoia de sus personajes, sumergiendo al espectador en la situación que se desarrolla en la pantalla. No obstante, la profundidad psicológica de algunos personajes podría haberse expandido aún más.

El guion, adaptado de un fenómeno real, se apega a la estructura clásica del thriller sobrenatural, con flashbacks que revelan el pasado de los personajes y la historia del juego de Ouija. El ritmo es generalmente rápido y mantiene al espectador enganchado, aunque algunos momentos se sienten repetitivos y la resolución final, aunque satisfactoria, es relativamente simple. La película se vale de elementos clásicos del género, como los fenómenos inexplicables, las apariciones espectrales y la posesión demoníaca, pero logra combinarlos de forma efectiva, creando una experiencia de terror genuina. El diálogo, a veces, resulta un poco forzado, pero se entiende que la prioridad es construir la tensión y el suspense.

En definitiva, “Ouija” es una película de terror funcional y entretenida que, a pesar de sus limitaciones, logra entretener al espectador y generar una sensación de inquietud. No es una obra maestra del género, pero ofrece una experiencia de terror disfrutable para los amantes del subgénero, especialmente aquellos que se decanten por las películas más tradicionales y que busquen un susto genuino.

Nota: 6/10