Pablo Diablo: La película (2011)

“Pablo Diablo: La película” es una incursión en el cine infantil que, si bien ofrece un entretenimiento visualmente atractivo y, en su base, se apoya en una historia con potencial, termina por sentirse como una oportunidad desaprovechada. La adaptación de la serie de libros de Francesc Simon, popularizada por ‘El Barco de Vapor’ en España, se presenta con una estética que inmediatamente atrae la atención: una paleta de colores vibrantes, efectos visuales trabajados y un diseño de producción que evoca un pasado onírico y peligroso. Sin embargo, detrás de esta brillante fachada, se esconde una narrativa que, lamentablemente, no logra alcanzar su máximo potencial.

La dirección de Mark Roberts se concentra en la atmósfera y en la creación de secuencias de acción particularmente espectaculares. Hay momentos donde la película genuinamente sorprende con sus persecuciones, sus explosiones y sus despliegues de magia. El ritmo es dinámico y se mantiene a un nivel de tensión constante, aunque a veces se ve sacrificada la sutileza en favor de la acción desenfrenada. Roberts parece sentirse más cómodo creando momentos visuales impactantes que construyendo una historia profunda, lo que resulta en un resultado más superficial.

El reparto, liderado por el joven Finn Wolfhard, ofrece interpretaciones correctas, pero sin alcanzar la profundidad necesaria para dar vida a personajes tan complejos como los de la obra original. Wolfhard, efectivamente, encarna a Pablo con una mezcla de rebeldía, vulnerabilidad y sarcasmo que son la esencia del personaje. Las actuaciones de los secundarios, como el Profesor Silas (interpretado por Stephen Fry) y el director de escuela, Mr. Grimes, son sólidas, aunque Fry, en particular, se siente un poco limitado por la trama. Se podría haber explorado más su caracterización como un maestro excéntrico y aparentemente inofensivo, capaz de grandes planes.

El guion, sin embargo, es donde la película tiene mayores problemas. Si bien el argumento central – la improbable alianza entre Pablo y sus enemigos contra un director de escuela malvado – es intrigante, la ejecución es simplista y, en algunos momentos, excesivamente rebuscada. Se pierden detalles importantes de la historia original, y se recurre a clichés narrativos que disminuyen la calidad general. Se intenta introducir un mensaje sobre la importancia de la amistad y la aceptación, pero de una manera poco orgánica y bastante didáctica. El desarrollo de los personajes secundarios se siente apresurado, y la motivación de algunos de ellos no siempre es clara. La comedia, que es un elemento clave en la adaptación, a menudo se siente forzada y no siempre resulta efectiva.

En definitiva, “Pablo Diablo: La película” es un espectáculo visualmente atractivo, con algunos momentos de acción emocionantes y un reparto competente. No obstante, la debilidad del guion y la falta de profundidad en la caracterización de los personajes impiden que sea una adaptación realmente memorable. Un punto a favor es que, aunque imperfecta, puede ser una opción entretenida para los niños, pero no es una joya cinematográfica.

Nota: 6/10