Pamali (2022)

“Pamali” es mucho más que una simple película de terror; es una inmersión profunda en las raíces culturales y creencias populares de Indonesia, envuelta en una atmósfera de tensión palpable y un suspense que se va intensificando gradualmente hasta el final. Dirigida con maestría por Adiwara Arya Wishna, la película se erige como un ejemplo de cómo el terror genuino no necesita efectos especiales ostentosos, sino que se construye sobre la sugestión, el sonido y el juego psicológico.

La película se centra en la visita de una joven pareja, Marthino Lio y Putri Ayudya, a una vieja casa familiar en un pueblo rural. Desde el principio, se establece una sensación inquietante, no solo a través de la descripción del lugar – una mansión ruinosa, rodeada de árboles retorcidos y con una historia oscura implícita – sino también a través de las actuaciones sutiles de sus protagonistas. La incomodidad, el desasosiego y la creciente paranoia de los personajes se transmiten de forma convincente, obligando al espectador a compartir su incertidumbre. La dirección se centra mucho en el sonido: el crujido de las tablas, el aullido del viento, los susurros inexplicables. Estos elementos auditivos, combinados con la iluminación sombría y la fotografía cuidada, crean una experiencia sensorial que te atrapa desde el primer minuto.

Taskya Namya y Rukman Rosadi interpretan a los ancianos del pueblo, cuya presencia es a la vez protectora y amenazante. Sus personajes, cargados de sabiduría ancestral y un profundo conocimiento de las leyendas locales, actúan como una especie de guardián de la verdad, pero también como una advertencia silenciosa. La película no depende de jumpscares baratos; la verdadera amenaza reside en la cultura y en las creencias de los habitantes, que se manifiestan de manera gradual y perturbadora. La película explora el concepto de “pamali” – la mala suerte o el espíritu maligno que acecha en lugares abandonados – de una manera que es tanto respetuosa como escalofriante.

El guion, aunque a veces predecible en su estructura, ofrece momentos de gran brillantez. Las interpretaciones de los personajes secundarios son sólidas, y la película se toma su tiempo para tejer una red de misterio que se desvela poco a poco. La trama, centrada en la ignorancia de los protagonistas y la reapertura de una antigua herida, funciona especialmente bien, enfatizando que las decisiones y la falta de respeto hacia lo desconocido pueden desencadenar consecuencias terribles. La película no busca ofrecer respuestas fáciles; en cambio, deja al espectador con más preguntas que respuestas, y con un sentido palpable de temor ante lo que acecha en las sombras.

En definitiva, “Pamali” es una película que logra generar una atmósfera de terror auténtico, arraigado en la cultura y el folklore de Indonesia. Es una experiencia inquietante y memorable, que demuestra que el terror más efectivo no reside en la violencia, sino en la sugestión y la exploración de lo desconocido. Una joya del terror psicológico.

Nota: 8/10