Papa, Come Home (2017)

“Papa, Come Home” (Xiao Fei Er) es una película que se instala en la memoria con una fuerza inquietante y una melancolía profundamente resonante. La dirección de Chan Chi-chung logra un atmósfera opresiva, que se manifiesta tanto en los escenarios grises y decadentes de Hong Kong, como en el interior turbulento de los personajes. No se trata de un drama de acción repleto de tiroteos; en cambio, se construye lentamente, permitiendo que la tensión emocional se acumule con cada escena. La película no busca ofrecer respuestas fáciles o soluciones instantáneas al problema de la adicción y la falta de conexión, sino que presenta una visión cruda y honesta de las consecuencias devastadoras que conlleva la ausencia de afecto y el consumo de drogas.

Las actuaciones son, sin duda, el punto fuerte de la película. Vincent Wong como Tong Bo ofrece una interpretación magistral, retratando con una vulnerabilidad convincente a un hombre consumido por la culpa y la desesperación. Su performance es sutil pero poderosa, transmitiendo un dolor palpable que se siente en cada mirada, en cada gesto. La química entre Wong y el joven actor Chen Jianbin, quien interpreta a Tong Zai, es excelente. Chen Jianbin aporta una inocencia y una necesidad de amor genuinos que contrastan brutalmente con la oscuridad que rodea a su padre, elevando el nivel emocional de la película. La actuación de Li Xi-hong como Wai Ling, la esposa, es delicada y conmovedora, comunicando el sacrificio y el sufrimiento de una mujer que lucha por salvar a su hijo a toda costa, aunque su camino para hacerlo sea dolorosamente obstaculizado.

El guion, escrito por el mismo Chan Chi-chung, se distingue por su tratamiento realista y su evitación de clichés. La película se centra en las relaciones humanas, explorando la complejidad del vínculo padre-hijo en un contexto de abuso de sustancias y traumas familiares. Se evita la romantización de la adicción, mostrando sus efectos nocivos en la vida de las personas y en la sociedad. El ritmo pausado puede ser un factor limitante para algunos espectadores, ya que la película no se apresura a alcanzar sus puntos culminantes. Sin embargo, esta lentitud permite una mayor inmersión en la experiencia de los personajes y una comprensión más profunda de sus motivaciones. La película no busca resolver la adicción, sino presentarla como un obstáculo formidable que requiere un esfuerzo consciente y un amor incondicional para superar.

A pesar de la oscuridad que impregna la narrativa, “Papa, Come Home” es una película profundamente humana que provoca la reflexión sobre la importancia de la familia, el perdón y la búsqueda de la redención. Es una obra que celebra la fuerza del amor y la capacidad de esperanza, incluso en las circunstancias más desesperadas. La fotografía, con un uso efectivo del blanco y negro, contribuye a la atmósfera sombría pero igualmente hermosa de la película. Es una experiencia cinematográfica que quedará grabada en la mente del espectador.

Nota: 8/10