Paranormal Activity 2 (2010)

“Paranormal Activity 2” no es simplemente una secuela; es una escalofriante y, en muchos aspectos, superior evolución del concepto que hizo tan viral la película original. Henry Gordon Shepherd, ahora un investigador paranormal, se enfrenta a una entidad insidiosa que parece haberse adaptado, aprendido y, lo más importante, volverse más inteligente. La premisa, de ser simple al principio, se transforma en un tapiz de paranoia y desesperación que se te va metiendo bajo la piel. El equipo, esta vez dirigido por Oren Peli, ha logrado no solo replicar el éxito de la primera entrega, sino que ha expandido la fórmula con una atmósfera de tensión palpable desde los primeros minutos.

La dirección de Peli es fundamental para el impacto de la película. Continúa utilizando la técnica del "POV" (punto de vista) - la cámara instalada en la casa -, que, aunque ya conocida, se siente aún más impactante en esta ocasión. La elección de la perspectiva limita la visión del espectador, forzándolo a vivir el terror de la familia Shepherd en tiempo real. El uso de la cámara satélite, una adición crucial, permite una mayor libertad de movimiento y, por lo tanto, un mayor nivel de detalle en las imágenes, intensificando la sensación de vulnerabilidad y peligro inminente. Peli evita recurrir a sustos fáciles, optando por construir la tensión gradualmente, creando un ambiente de inquietud constante. La iluminación, a menudo sombría y contrastada, contribuye a esta atmósfera opresiva.

Las actuaciones son discretas, pero efectivas. Shannon Perry como Katie Shepherd y Micah Carr como Aaron, los hijos, logran transmitir la creciente paranoia y la incredulidad que experimentan. Sin embargo, el verdadero punto focal es Olivia Wilde como Ginny, la nueva pareja de Aaron. Wilde aporta una presencia amenazante y una innegable inquietud, manejando el papel con una sutileza que subraya el peligro que representa para la familia. La química entre las interpretaciones es sutil pero crucial para mantener la tensión y la sensación de peligro. El personaje de Ginny se define no tanto por lo que dice, sino por la forma en que mira y se comporta, dejando mucho a la interpretación del espectador.

El guion, aunque basado en la premisa de la primera entrega, demuestra una mayor madurez y complejidad. La trama se desarrolla de manera más orgánica, explorando las raíces del fenómeno paranormal y la posible conexión con el pasado de Ginny. La película introduce elementos de folklore y superstición que enriquecen la narrativa y le otorgan una capa de misterio adicional. No obstante, la película también se ve afectada por una ligera fragilidad en algunos momentos, con algunas tramas secundarias que no terminan de resolverse de manera satisfactoria. A pesar de esto, el desarrollo de la historia y la construcción del clima de terror son impecables. La exploración de la entidad, más allá de los simples ataques, sugiere un origen más oscuro y una amenaza mucho mayor. La película también aprovecha la técnica del "POV" para generar momentos de genuina sorpresa y angustia, sabiendo que el espectador, como el personaje, no puede anticipar lo que va a suceder.

Nota: 7/10