“Paranormal Movie” es, sin duda, una película que se ubica firmemente en la categoría de “entretenimiento ligero”, un escape rápido y desenfadado que, en el fondo, no pretende ofrecer ninguna propuesta cinematográfica trascendente. Sin embargo, la película, dirigida por Mark Waters, consigue mantener una cierta tensión humorística y un nivel de inmersión que sorprendentemente funciona bastante bien, especialmente si la se ve con las expectativas adecuadas.
La historia, centrada en la pareja Malcolm (Marlon Wayans) y Kisha (Essence Atkins), y la supuesta posesión demoníaca de la novia, Kendra (Victoria Pedretti), es un cliché llevado al extremo. La premisa, aunque predecible, sirve de base para una serie de situaciones cómicas y momentos de suspense que, si bien no son especialmente originales, están bien ejecutadas. El guion, escrito por Sean Roman y Mark Waters, se basa en gags fáciles y diálogos a veces torpes, pero la dirección logra compensar estas deficiencias con un ritmo ágil y un despliegue de elementos paranormales que son lo suficientemente creativos como para mantener la atención del espectador durante su duración. La película juega con el humor negro, incluyendo algunas escenas de violencia gráfica que, aunque exageradas, contribuyen a la atmósfera general de la historia. Es un ejercicio de comedia de terror, y lo hace con parsimonia.
Las actuaciones son, en general, sólidas. Marlon Wayans aporta su característico humor físico y escénico a Malcolm, el esposo desesperado que busca salvar a su novia. Essence Atkins, como Kisha, complementa bien a Wayans, ofreciendo un contrapunto más racional y preocupado por la situación. Sin embargo, Victoria Pedretti como Kendra, la "poseída", se ve ligeramente limitada por el guion, aunque logra transmitir la confusión y el miedo de su personaje. La película se beneficia de la presencia de actores secundarios como Bernie Mac, que aporta un alivio cómico oportuno.
Visualmente, "Paranormal Movie" es bastante cuidada. Los efectos especiales, aunque no son de vanguardia, son efectivos y se integran de forma natural en la historia. La casa, con su arquitectura peculiar y sus sombras sugerentes, se convierte en un personaje más, contribuyendo a la atmósfera inquietante pero divertida. La banda sonora, aunque no destaca especialmente, refuerza el ambiente y crea momentos de tensión. Waters se deja llevar por un tono ligero y, a pesar de los elementos sobrenaturales, la película no se toma a sí misma demasiado en serio. Se trata de un espectáculo ligero para una noche de entretención.
En definitiva, “Paranormal Movie” no es una obra maestra del cine de terror, pero cumple su función como una película entretenida y divertida, especialmente para aquellos que buscan una comedia de terror sin demasiada pretensión. La película es un ejemplo de cómo, incluso con una premisa sencilla, se puede lograr un resultado positivo si se presta atención a la dirección y a las actuaciones. Es un escape rápido, agradable y, sobre todo, un recordatorio de que, a veces, la mejor forma de combatir a un "demonio" es con una buena broma y un poco de humor.
Nota: 6/10