Paseando a Miss Daisy (1989)

(EN) · Drama · 1h 39m

La divertida, conmovedora y totalmente irresistible historia de una relación laboral que se convirtió en una amistad de 25 años.

Póster de Paseando a Miss Daisy
Media
4.8 /10

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Sinopsis

Miss Daisy (Jessica Tandy), una antipática profesora jubilada de 72 años, decide comprarse un coche. Su hijo (Dan Aykroyd), temiendo un posible caos circulatorio o, peor aún, un accidente, contrata a un chófer negro (Morgan Freeman) para que conduzca el vehículo. Al principio, la anciana y el tranquilo conductor no se llevan demasiado bien.

Ficha técnica

Título original

Driving Miss Daisy


Estreno


Géneros

Idioma original

EN



Guionista

Alfred Uhry, Lili Fini Zanuck, Richard D. Zanuck, Robert Doudell


Reparto principal de Paseando a Miss Daisy

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Paseando a Miss Daisy.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Paseando a Miss Daisy

Nuestra crítica de Paseando a Miss Daisy

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

¡Paseando a Miss Daisy!, una película del año 1989 dirigida por Bruce Beresford, es una dramática y emotiva historia que refleja con precisión la evolución de las relaciones entre dos personajes totalmente opuestos: Miss Daisy Werthan, una antipática profesora de 72 años, y su conductor negro, Hoke Coleburn.

A primera vista, Miss Daisy (Jessica Tandy) es una mujer rígida, obstinada e intolerante que vive sola en un hermoso hogar de Atlanta, Georgia. Su hijo, Loomis (Dan Aykroyd), preocupado por su seguridad, le compra un coche y contrata a Hoke Coleburn (Morgan Freeman) para que lo conduzca. Al principio, la anciana y el tranquilo conductor no se llevan demasiado bien; sin embargo, con el tiempo, sus vidas se vuelven inseparables, formando una relación extraordinariamente profunda e impactante.

El guion de Alfred Uhry es magistral, combinando diálogos ingeniosos y sutiles con escenas que transmiten el profundo sentido de soledad y angustia que experimenta Miss Daisy. La dirección de Beresford es sutil y comprensiva, permitiendo que las actuaciones de Tandy y Freeman brillen en cada escena.

Jessica Tandy y Morgan Freeman son un duo inigualable, demostrando su talento y experiencia en el cine. Tandy interpreta a Miss Daisy con una precisión y realismo que es impresionante, haciendo verificable la frustración y la angustia de la anciana. Freeman, por otro lado, proporciona un contraste perfecto con su interpretación del personaje de Hoke, mostrando una fuerza interior y determinación que contrarresta la dureza de Miss Daisy.

La película también es una crítica social enmascarada, reflejando la discriminación racial y las injusticias sociales del sur de Estados Unidos a finales de la década de 1940. Aunque no se trata directamente del tema, el guion y la dirección sugerente hacen que los espectadores se pregunten sobre cómo la sociedad puede cambiar para hacer más justicia a todos.

En resumen, Paseando a Miss Daisy es una película impresionante y emocionante que refleja con precisión las relaciones humanas, la evolución de las personas y la necesidad de comprenderse entre nosotros mismos. Es una obra maestra del cine independiente que merece ser vista por cualquiera que busque una historia profundamente humana y emocionante.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Paseando a Miss Daisy. Consulta sus valoraciones y comentarios.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Paseando a Miss Daisy” es una joya cinematográfica que trasciende la simple comedia ligera. Dirigida por James L. Brooks, la película nos presenta una situación aparentemente simple – una anciana gruñona y un chófer – pero que, con maestría narrativa y actuaciones excepcionales, se convierte en un retrato conmovedor de la conexión humana, el prejuicio racial y la aceptación. Brooks no busca ridiculizar la situación, sino explorarla con delicadeza y, a veces, con una sutil ironía que equilibra la historia y evita caer en la caricatura. La película se siente muy bien construida, con un ritmo pausado que permite al espectador sumergirse en la dinámica entre Miss Daisy y Hoke (Morgan Freeman).

La dirección de Brooks es notable por su capacidad para mostrar la evolución de la relación entre los dos protagonistas. Inicialmente, la antipatía de Miss Daisy hacia Hoke, alimentada por su edad y por un pasado marcado por el racismo, es palpable y, en cierta medida, comprensible. La película no glorifica esa actitud, sino que la muestra como un obstáculo a superar. El uso de la cámara, a menudo enfocada en los rostros de las dos personas, transmite el peso de las palabras y el silencioso entendimiento que se va construyendo a lo largo de las semanas. Brooks evita los clichés del melodrama y opta por la sutileza, permitiendo que el espectador juzgue por sí mismo las acciones y motivaciones de cada personaje. Lo que hace que la película sea especialmente fuerte es la manera en la que Brooks teje la narrativa alrededor del viaje: el coche se convierte en el símbolo de la liberación, tanto física como emocional, de Miss Daisy.

Las actuaciones son, sencillamente, magistrales. Jessica Tandy entrega una interpretación asombrosa como Miss Daisy. Su actuación es una mezcla perfecta de vejez, rabia, sarcasmo y, eventualmente, vulnerabilidad. La profundidad de su personaje, con sus reminiscencias del pasado y sus complejos sentimientos, es verdaderamente convincente. Morgan Freeman, por su parte, ofrece una interpretación igualmente notable. Hoke no es solo un chófer; es un hombre que intenta comprender la naturaleza de la frustración y la soledad de Miss Daisy, ofreciendo una presencia serena y reflexiva que contrasta con la intensidad emocional de su compañera. La química entre Tandy y Freeman es innegable; la tensión, el humor y la empatía se transmiten a través de la mirada y la comunicación no verbal, creando una conexión auténtica y duradera. Freeman no solo realiza un gran trabajo, sino que, a través de su personaje, se convierte en un catalizador de la transformación de Miss Daisy.

El guion, adaptado de la obra teatral de Edward Lewis y William Holstein, es inteligente y bien estructurado. Evita caer en simplismos y, en cambio, explora temas universales como el envejecimiento, la soledad, el racismo, la familia y la búsqueda de significado en la vida. La película es capaz de generar tanto risas como reflexiones, y sus diálogos, a menudo mordaces y llenos de ingenio, son un placer para el oído. La película nos invita a cuestionar nuestras propias preconcepciones y a considerar la posibilidad de encontrar la bondad y la conexión en los lugares más inesperados. “Paseando a Miss Daisy” no es solo una comedia; es un digno homenaje a la resiliencia humana y a la importancia de la empatía.

Nota: 8/10

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