“Pass the Ammo” es, sin duda, una película que te golpea con una mezcla extraña de humor negro y una reflexión inquietante sobre la hipocresía y la codicia. No es una obra maestra cinematográfica, por supuesto, pero su particular visión de los sermones televisivos y el impacto que pueden tener en la vida de las personas es lo que la hace recordar y, posiblemente, provocar debate.
La dirección de Adam Finn es decidida y, en su mayoría, efectiva. Logra crear una atmósfera tensa, casi claustrofóbica, en las pocas escenas que se desarrollan fuera de la casa donde se encuentran los protagonistas. La filmación utiliza la luz y la sombra de manera inteligente, intensificando la sensación de peligro inminente. Sin embargo, a veces, el ritmo se vuelve un poco lento, especialmente en la primera hora, lo que podría disuadir a algunos espectadores. El uso de la cámara a menudo se centra en los rostros de los personajes, capturando sus expresiones de duda, miedo y, en ocasiones, de despiadada ambición.
El reparto es el corazón de la película. James Belushi, en un papel que parece que le sienta a la perfección, interpreta a Reverend Pierce, el televangelista con una fachada de caridad y un pasado turbio. Su actuación es magistral en la forma de manejar la ironía y la incredulidad, transmitiendo un personaje profundamente cínico y manipulador. La actriz que interpreta a la vengativa mujer, Sarah, ofrece una interpretación contundente y visceral, dotando a su personaje de una complejidad inesperada. Los dos primos, interpretados por los jóvenes actores, aportan un toque de juvenil rebeldía que complementa la moralidad cuestionable del resto del grupo.
El guion, escrito por Finn y otros, presenta una premisa interesante y bien planteada. Si bien la trama principal se centra en la venganza, la película va más allá, explorando temas como la fe, la manipulación mediática y la pérdida de la inocencia. No rehúye las sombras de la religión, mostrando la vulnerabilidad de los creyentes y la facilidad con la que pueden ser aprovechados. Sin embargo, hay algunos diálogos que resultan un poco forzados y que podrían haber sido más sutiles. El desarrollo de ciertos personajes secundarios, a pesar del interés que podrían representar, se ve sacrificado en aras de la trama principal.
En general, "Pass the Ammo" es una película con personalidad y un mensaje que merece la pena considerar. No es una comedia, ni un thriller puro, sino una mezcla inesperada que, a pesar de sus defectos, logra mantener la atención del espectador. Si te interesa un acercamiento crítico a la industria televisiva religiosa y a la naturaleza humana, esta película puede ser una opción interesante, aunque no sea la más pulida del cine independiente.
Nota: 7/10