Pecado original (2001)

“Pecado Original” no es una obra maestra cinematográfica, ni mucho menos, pero tampoco es un simple entretenimiento pasivo. Esta película, dirigida con una estética decididamente fría y elegante por Hugh Hudson, logra crear una atmósfera de melancolía y fatalidad que, a pesar de algunas fallas, resulta intrigante. Hudson, conocido por su trabajo en “El Gladiador”, demuestra su maestría en la construcción de tensión, utilizando planos largos y una banda sonora minimalista que intensifica la sensación de aislamiento y desasosiego que consume al protagonista, Luis Vargas, interpretado magistralmente por Antonio Banderas.

La película se centra en la obsesión de Luis por descubrir la verdad detrás de la desaparición de Julia Russell, una mujer seductora y misteriosa que le ofreció una oportunidad para ascender socialmente. Banderas ofrece una actuación sutil y compleja, mostrando la ambición, la desesperación y, al final, el remordimiento de un hombre consumido por sus propios errores. Su Luis no es un héroe, sino un hombre vulnerable y moralmente ambiguo, lo que lo hace sorprendentemente humano. Junto a él, Angelina Jolie brilla con intensidad como Julia, aunque su papel es, en última instancia, más un catalizador para la tragedia que una exploración profunda de su personaje. Su Julia es una entidad enigmática, interpretada con una belleza intensa pero también con una distancia que sugiere que ella misma está atormentada por secretos.

El guion, escrito por Mike Bartlett, se mueve a un ritmo pausado, lo que puede resultar lento para algunos espectadores. Sin embargo, esta lentitud permite que la tensión se acumule gradualmente, creando un efecto de suspenso que funciona sorprendentemente bien. La película se basa en un juego de espejos y mentiras, donde la realidad y la percepción se difuminan, y la verdad siempre parece estar a un paso de ser descubierta. No obstante, el guion cae en algunos clichés y en una resolución que, aunque satisfactoria, carece de la sutileza que podría haber elevado la película a un nivel superior. Se siente que algunas tramas secundarias, introducidas para añadir complejidad, no se desarrollan plenamente y terminan siendo redundantes.

La fotografía de José Luis Merino es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. El uso del color es deliberadamente frío y apagado, reflejando el estado emocional de los personajes. Los exteriores en Cuba, con sus calles empedradas y sus edificios coloniales, contrastan con la opulencia y el lujo que Luis busca. La película también explora la cultura cubana de una manera evocadora, aunque sin profundizar demasiado en su idiosincrasia. En general, “Pecado Original” es una película visualmente atractiva, que combina elementos de thriller psicológico con un drama romántico melancólico. Aunque el guion presenta algunas deficiencias, la dirección, las actuaciones de Banderas y Jolie, y la fotografía hacen que sea una película recomendable para aquellos que disfruten de historias con un toque de misterio y una atmósfera intensa.

Nota: 6.5/10