Peligrosamente infiltrada (2012)

“Peligrosamente infiltrada” es un thriller elegante y con mucho temple, que aunque no revoluciona el género, se distingue por una dirección cuidadosamente elaborada y, sobre todo, por la solidez de sus actuaciones. La película no busca ser un espectáculo visual grandilocuente; se centra en construir una atmósfera de tensión palpable, donde la amenaza acecha bajo la superficie de un mundo académico aparentemente perfecto. La protagonista, Molly Morris, interpretada con una madurez sorprendente por Alexa Cox, se erige como el núcleo de la narrativa. Su personaje no es una heroína convencional, sino una mujer de las calles con cicatrices emocionales y un pragmatismo implacable. Cox no se limita a desempeñar el papel, sino que infunde a Molly una mezcla de dureza y vulnerabilidad que la convierte en una figura entrañable y con la que el espectador puede conectar.

La dirección de Mark Rigney es notable por su atención al detalle. Se observa un uso sutil pero efectivo del color y la iluminación, que contribuyen a crear un ambiente opresivo y claustrofóbico dentro del campus universitario. La cámara, en general, adopta un enfoque más contemplativo, permitiendo que la tensión se construya lentamente, a través de miradas furtivas, conversaciones susurradas y la sensación constante de que algo terrible puede ocurrir en cualquier momento. Rigney evita los clichés del thriller, apostando por una aproximación más realista a la intriga, privilegiando la psicología de los personajes y la ambigüedad moral.

El guion, adaptado de una novela de Sara Shafer, merece especial mención. La trama, aunque previsible en su esencia, está bien estructurada y presenta giros inesperados que mantienen al espectador enganchado. Se presta atención a los detalles y a la construcción de personajes secundarios, dotándoles de motivaciones y trasfondos que enriquecen la historia. Sin embargo, el guion podría haber profundizado aún más en la relación entre Molly y la hija del mafioso, cuya dinámica se siente un tanto superficial, aunque se intuye un vínculo de complicidad. La exploración de las complejidades de la mafia y su influencia en la vida de las mujeres, aunque presente, no alcanza la profundidad deseada.

A pesar de sus pequeñas deficiencias, “Peligrosamente infiltrada” es una película de suspense bien elaborada, con una protagonista carismática y una atmósfera inquietante. No es una obra maestra, pero cumple con lo prometido, ofreciendo un entretenimiento inteligente y una reflexión sobre la moralidad en situaciones extremas. La película demuestra que la eficacia no reside siempre en la espectacularidad, sino en la capacidad de contar una historia convincente y mantener al espectador en vilo. Es un thriller que, aunque no rompe moldes, se anota por su solidez y la calidad de sus interpretaciones.

Nota: 7/10