Pequeñas mentiras sin importancia (2010)

(FR) · Comedia, Drama · 2h 34m

Una cosa de la que no pueden escapar los amigos es unas cuantas verdades.

Póster de Pequeñas mentiras sin importancia
Media
7.1 /10

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Disponible en

Dónde ver Pequeñas mentiras sin importancia

La película Pequeñas mentiras sin importancia está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Filmin, Acontra Plus, Acontra Plus Amazon Channel. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

Max, el propietario de un restaurante de éxito, y Véro, su ecologista mujer, invitan, como todos los años, a un grupo de amigos a su bella casa de la playa para celebrar el comienzo de las vacaciones. Pero este año, justo cuando iban a abandonar París, un amigo común, el carismático Ludo, sufre un gravísimo accidente.

Ficha de la película

Título original

Les Petits Mouchoirs


Estreno


Géneros

Idioma original

FR



Guionista

Alain Attal


Reparto principal de Pequeñas mentiras sin importancia

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Pequeñas mentiras sin importancia.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Pequeñas mentiras sin importancia

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Pequeñas mentiras sin importancia. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Inés Barrera
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Pequeñas mentiras sin importancia” no es, como su título sugiere, una comedia ligera. Es, en cambio, una exploración inquietante y densa de la complicidad, el secreto y la fragilidad de las relaciones humanas, envuelta en un aura de misterio que se va filtrando progresivamente a lo largo de su metódica duración. La dirección de Olivier Assayas es magistral, no en un sentido grandilocuente, sino en su meticulosa observación y en su capacidad para crear una atmósfera opresiva y claustrofóbica, incluso en un entorno tan aparentemente idílico como una casa de playa en la Costa Azul. Assayas no recaba la satisfacción de ofrecer respuestas fáciles; más bien, nos deja con la sensación palpable de que la verdad, cuando se presenta, es mucho más compleja y dolorosa de lo que imaginábamos.

El reparto es impecable. Vincent Macaigne, como Max, ofrece una interpretación sutilmente perturbadora, transmitiendo una mezcla de aparente tranquilidad y una angustia subyacente. Su personaje es un hombre que ha construido una fachada de éxito y felicidad, pero que, en el fondo, se siente terriblemente solo. Juliette Binoche, como Véro, aporta una presencia magnética y una mirada penetrante que transmite una profunda tristeza y un sentimiento de impotencia. La química entre ambos actores es notable, generando un diálogo cargado de matices y tensiones silenciosas. La interpretación de Claire Chovencuy, como la hermana de Max, está particularmente destacada; logra crear un personaje complejo y contradictorio, con un comportamiento que oscila entre la afectuosa complicidad y una extraña hostilidad.

Lo que realmente distingue a esta película es su guion, que se desenvuelve con una lentitud deliberada. La trama, centrada en el accidente que afecta a Ludo, se revela gradualmente a través de conversaciones fragmentadas, miradas sugerentes y pistas ocultas. Assayas juega con el tiempo y la perspectiva, creando una sensación de desorientación y ambigüedad. El guion no es abiertamente narrativo; se trata más bien de una serie de momentos que se entrelazan para construir una imagen coherente, pero al mismo tiempo, dejando al espectador con la libertad de interpretar los hechos. La película evita caer en el melodrama, centrándose en las reacciones emocionales de los personajes ante la tragedia, y en cómo estos eventos exponen las contradicciones y los secretos que se esconden en sus vidas. La trama, aunque aparentemente simple, se convierte en una metáfora sobre la dificultad de enfrentar el pasado y de aceptar la propia mortalidad. Es una película que exige atención y recompensa al espectador que se entrega a su ritmo, ofreciendo una reflexión profunda sobre la naturaleza humana.

Finalmente, la fotografía de Claire Mathon contribuye enormemente al ambiente sombrío y evocador de la película. Los colores apagados, la luz tenue y los espacios vacíos refuerzan la sensación de aislamiento y melancolía. Es un filme que, aunque puede resultar densa para algunos, es una obra maestra del cine contemporáneo que merece la pena ser vista y reflexionada.

Nota: 8/10

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