
Pequeño Manhattan (ABC de Amor) (2005)
(EN) · Comedia, Romance · 1h 30m
Nada es tan grande como tu primer amor.

Dónde ver Pequeño Manhattan (ABC de Amor)
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Sinopsis
Gabe (Josh Hutcherson) es un estudiante de quinto grado de 11 años de edad que vive en el Upper West Side de Manhattan con su padre y su madre. Los padres de Gabe se separaron hace año y medio, pero todavía comparten piso. Gabe considera a Nueva York como su ciudad - bueno, al menos las diez manzanas que están alrededor de su casa. Gabe es feliz saliendo con sus tres mejores amigos, jugando al baloncesto en el patio del recreo y moviéndose por el barrio. No tiene tiempo ni interés por las chicas. Pero cuando se apunta a clases de kárate y le emparejan con Rosemary Telesco (Charlie Ray), a quien conoce desde la guardería, todo cambia. Gabe se enamora de Rosemary, aun cuando no entiende esos sentimientos que al mismo tiempo le atormentan y le llenan de emoción. Nada es más grande que el primer amor...
Ficha técnica
Pequeño Manhattan (ABC de Amor)
EN
Gavin Polone, Jeffrey Harlacker
Reparto principal de Pequeño Manhattan (ABC de Amor)
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Pequeño Manhattan (ABC de Amor).
Críticas de la película
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“Pequeño Manhattan (ABC de Amor)” es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en la maraña de ofertas cinematográficas que componen el género juvenil. Sin embargo, bajo la superficie de un romance adolescente sencillo, se esconde una propuesta con una notable sensibilidad y un retrato, aunque idealizado, de la transición de la infancia a la adolescencia. La película, dirigida con una discreción admirable por Trey Edward Shults, no intenta imitar las convenciones del género, sino que se centra en la experiencia emocional pura y en la vulnerabilidad de su protagonista, Gabe (interpretado de forma brillante por Josh Hutcherson). La película, lejos de glorificar la idealización romántica, explora la confusión y el torbellino de emociones que acompañan a ese primer amor, una experiencia que a menudo es más aterradora que emocionante.
Hutcherson se erige como el corazón de la película. Su interpretación de Gabe es excepcionalmente convincente, transmitiendo con autenticidad la timidez, la inseguridad y la genuina confusión de un niño que se enfrenta por primera vez a los sentimientos que antes desconocía. Observar su evolución, desde la actitud despreocupada y centrándose en sus amigos hasta la intensa, aunque a veces incomprensible, fascinación por Rosemary (Charlie Ray), es un deleite. La química entre Hutcherson y Ray es natural y creíble, logrando que la audiencia se involucre en la intensidad de sus emociones, incluso cuando estas son más bien silenciosas y observadas que expresadas. La dirección de Shults es inteligente al mantener el foco en los personajes, evitando melodramas fáciles y permitiendo que las emociones se transmitan a través de la mirada, el lenguaje corporal y los pequeños detalles.
El guion, escrito principalmente por Shults, no se centra en los clichés del género, sino que explora la complejidad de la dinámica familiar post-divorcio. La relación entre Gabe y sus padres, aunque sin dramatismos exagerados, refleja las dificultades inherentes a la convivencia tras una separación. La película también plantea la pregunta de la identidad y la búsqueda de pertenencia, ya que para Gabe, Nueva York es más que un simple lugar; es su mundo, su refugio, su barrio. La ambientación, cuidadosamente seleccionada, acentúa este sentimiento de intimidad y seguridad. El uso de planos cerrados y la estética visual, con una paleta de colores cálida y suave, contribuye a crear una atmósfera de introspección y vulnerabilidad.
Si bien la película no ofrece una narrativa especialmente compleja, su impacto reside en su capacidad para evocar la pureza y la intensidad del primer amor. Es una película que, a pesar de ser relativamente simple en su planteamiento, logra conectar con el espectador a través de la honestidad de sus emociones. No es una película que deje huellas imborrables, pero sí que invita a la reflexión sobre la importancia de los momentos sencillos y de las relaciones que construimos. Es una pequeña joya cinematográfica, un recordatorio de que, a veces, la magia se encuentra en los detalles más pequeños.
Nota: 7/10
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