Piraña 2 (Piraña 3DD) (2012)

“Piraña 2 (Piraña 3DD)” no es precisamente un logro cinematográfico, pero tampoco es un ejercicio de puro horror absoluto. La película, que busca capitalizar el éxito de su predecesora y explorar nuevas extensiones para el terror fluvial, se presenta como una propuesta torpe y, en muchos aspectos, decepcionante, aunque con algunos destellos de entretenimiento accidental. La premisa, de explorar las tuberías de alcantarillado como vías de acceso a los hogares y lugares de ocio, es curiosa y visualmente atractiva en su concepción inicial, pero la ejecución final palidece considerablemente.

La dirección de Todd Strauss-Gardiner se muestra orientada más a la acción y la persecución rápida que a la construcción de atmósferas tensas o personajes memorables. Hay una evidente falta de ambición artística; las escenas de violencia, aunque frecuentes, carecen de una coreografía visualmente interesante o un impacto psicológico duradero. Se prioriza el "gore" superficial sobre el terror genuino. La película intenta emular el estilo de las películas de terror '80s, pero se queda en una imitación vacía, sin aportar nada nuevo o inquietante a la fórmula. Las imágenes del agua con sangre fluyendo por las tuberías es impactante en el momento, pero rápidamente se vuelve repetitiva y pierde su fuerza.

Las actuaciones son, en general, mediocres. El reparto, compuesto en gran medida por rostros desconocidos, carece de profundidad y no logra transmitir la desesperación o el miedo que debería inspirar una situación tan apocalíptica. Daniel Roebuck, que regresa como Gus, el piraña “amigable”, ofrece una interpretación minimalista que, aunque efectiva en términos de personaje, no aporta gran dinamismo a la narrativa. Otros personajes, limitados a gritar y huir, no logran generar una conexión emocional con el espectador.

El guion es, sin duda, el punto más débil de la película. Las líneas de diálogo son redundantes y poco convincentes, y la trama se desgarra con facilismo. Se introducen elementos superfluos, como un romance superficial, que no contribuyen en nada al desarrollo de la historia. Además, la resolución final, rápida y poco elaborada, deja la sensación de una conclusión apresurada y sin sentido. No se explora el potencial de la situación, ni se plantearon preguntas complejas sobre la naturaleza de las pirañas o el peligro que representan. Simplemente se busca, de nuevo, mostrar pirañas mordiendo gente.

A pesar de su evidente falta de brillantez, “Piraña 2 (Piraña 3DD)” ofrece momentos de entretenimiento ligero, especialmente durante las secuencias de persecución en las tuberías. Sin embargo, estas son más bien coincidencias que un resultado intencionado. La película es una experiencia cinematográfica olvidable, un ejercicio de bajo presupuesto que se beneficia de su propio fracaso. No es mala, pero tampoco es buena. Es simplemente... ahí.

Nota: 4/10