P.K. (Peekay) (2014)

“P.K. (Peekay)” es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en un mar de propuestas cinematográficas. Sin embargo, bajo la superficie de una narrativa aparentemente sencilla, se esconde una exploración de la soledad, la conexión humana y la búsqueda de significado en una sociedad donde la desconexión es la norma. La película, dirigida con sensibilidad por Anwar Hossain y Ashiqur Rahman, no se apoya en espectáculos grandiosos ni en tramas complejas, sino en la honestidad de sus personajes y en la belleza sutil de su puesta en escena.

La historia, centrada en el personaje de PK (interpretado por Nusrat Jahan), un joven de origen extranjero que llega a Bangladesh con una profunda curiosidad y un deseo inquebrantable de comprender el mundo que le rodea, es presentada con una lentitud deliberada. Esta elección narrativa, en lugar de resultar tediosa, permite que el espectador se sumerja en la mentalidad de PK, experimentando su confusión, su asombro y su gradual proceso de adaptación. La dirección de Anwar Hossain se caracteriza por observar los detalles cotidianos, por capturar la luz y la atmósfera de Dhaka con una precisión que crea una sensación de inmersión auténtica. No hay artificios, solo la representación honesta de la vida en una ciudad vibrante y a la vez, opresiva.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Nusrat Jahan, como PK, ofrece una interpretación conmovedora, transmitiendo con maestría la vulnerabilidad y la inocencia del personaje. Su mirada, cargada de preguntas, es la llave que abre la puerta a la audiencia. El resto del elenco, particularmente los actores de reparto que interpretan a los habitantes de Dhaka, aportan una vitalidad y un realismo que enriquecen la narrativa. Se nota que la película busca retratar a las personas reales, con sus defectos y sus virtudes, sin idealizaciones ni estereotipos.

El guion, adaptado de una novela homónima, es inteligente y profundo. No se limita a contar una historia, sino que plantea preguntas sobre la importancia de la amistad, el amor, la familia y la búsqueda de la identidad. La película utiliza la figura de PK como un catalizador para explorar temas universales, sin caer en sermones moralizantes. La relación que se desarrolla entre PK y una joven local (interpretada por Anika Gazi) es especialmente conmovedora, representando un encuentro genuino y un refugio en medio del caos. La película explora la soledad y el anhelo de pertenencia, dos sentimientos con los que muchos espectadores pueden identificarse, independientemente de su origen o cultura. La trama es lenta pero constante, teje una narrativa que invita a la reflexión sobre la vida, la amistad y la búsqueda de un propósito.

A pesar de su ritmo pausado, "P.K. (Peekay)" logra transmitir una poderosa sensación de esperanza y humanismo. Es una película que te hace cuestionar tus propios valores y te recuerda la importancia de conectar con los demás. Es una joya cinematográfica, un pequeño tesoro escondido que merece ser descubierto.

Nota: 8/10