Plan de Escape 3 (2019)

“Plan de Escape 3” (Die Harder, para los que aún recuerden la original) no es una revolución, ni siquiera un esfuerzo particularmente ambicioso dentro del subgénero de acción con secuestros. Sin embargo, sorprende gratamente por su dinámica, su ritmo vertiginoso y un elemento de paranoia que, para ser honesto, me dejó bastante intrigado. La película se centra en Ray Breslin, interpretado con un porte y una intensidad innegables por Liam Neeson, un ex-agente de la CIA con una habilidad especial: la resolución de crisis de seguridad, una habilidad que ahora emplea para ofrecer sus servicios a un magnate tecnológico de Hong Kong. Esta vez, la situación es particularmente compleja: su hija y su novia han sido secuestradas y retenidas en una prisión letona, un lugar tan inhóspito como peligroso.

La dirección de Simon West, conocido por sus explosiones y acción pulida, está a un nivel por encima de lo esperado. No busca la originalidad, pero domina el arte de la tensión. Las secuencias de acción son frenéticas, coreografías perfectamente ejecutadas y visualmente estimulantes. La película se apoya en la clásica tensión de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, con Neeson demostrando una sorprendente agilidad y brutalidad. El uso del entorno, particularmente la prisión letona, crea una atmósfera claustrofóbica y opresiva, amplificando la sensación de peligro inminente. West sabe cómo construir el suspense, aprovechando cada oportunidad para aumentar la apuesta y mantener al espectador al borde del asiento.

Sin embargo, el corazón de la película reside en la interpretación de Liam Neeson. No se trata de un héroe perfecto; es un hombre atormentado por su pasado y, a menudo, propensa a la violencia. Su Breslin es un personaje complejo, con un sentido del deber implacable pero también marcado por la culpa y la desesperación. La química entre Neeson y el resto del equipo, compuesto por personajes secundarios bien definidos pero, a menudo, relegados a un rol de apoyo, es palpable. El guion, aunque no ofrece sorpresas narrativas, se centra en la ejecución de la misión y en las estrategias de Breslin para superar cada obstáculo. Hay momentos de diálogos que resultan efectivos para revelar el pasado del personaje y la motivación detrás de sus acciones, aunque la trama principal permanece relativamente predecible. Se recurre a ciertas convenciones del género, pero se hacen con una eficiencia que, en última instancia, compensa la falta de profundidad.

En definitiva, “Plan de Escape 3” es un entretenimiento sólido, ideal para aquellos que buscan una película de acción intensa y con un héroe carismático. No va a cambiar la historia del cine, pero sí ofrece una dosis considerable de adrenalina y un Neeson que, como siempre, está en plena forma. La película no intenta ser más de lo que es: un ejercicio de adrenalina con un protagonista valiente y una misión casi imposible.

Nota: 7/10