Planet 51 (2009)

“Planet 51” es un filme que, a primera vista, parece una simple comedia de ciencia ficción con reminiscencias de la estética optimista de los años 50. Sin embargo, al profundizar en su narrativa, se revela una película con un potencial subestimado y una considerable dosis de crítica social, envuelta en un paquete visualmente atractivo, aunque a veces un tanto artificioso. La película, dirigida por Fred Vogel, no busca revolucionar el género, sino ofrecer entretenimiento ligero y accesible, y en ese sentido, cumple con creces.

La premisa, la llegada de un astronauta terrestre a un planeta habitado por alienígenas que viven en un mundo utópico y pre-invasión, es cuanto menos original. La película explora con ingenio la dinámica entre los habitantes de Planet 51, los "Gleeps", y el Capitán Chuck Baker, interpretado con una ternura inesperada por Danny Glover. Glover, lejos de caer en clichés de héroe americano, ofrece un retrato sutil y conmovedor de un hombre asustado, vulnerable y, a su vez, fascinado por la inocencia de esta sociedad alienígena. La química entre Glover y el resto del elenco, especialmente con Corey Feldman como Lem, aporta una gran parte del encanto de la película.

El guion, aunque predecible en algunos puntos, logra mantener un ritmo ágil y divertido. La comedia se basa en el choque cultural, la desorientación del astronauta y las situaciones absurdas que surgen de la interacción con los Gleeps. La película, sin embargo, va más allá del humor superficial. A través de la experiencia de Chuck, se plantea la idea de la invasión no solo como un acto bélico, sino como una cuestión de prejuicio, ignorancia y el miedo a lo diferente. Los Gleeps, por su parte, representan la pureza, la bondad y la alegría de vivir, mientras que los humanos son retratados como arrogantes, destructivos y propensos a la violencia.

Visualmente, "Planet 51" es un festín para los ojos. El diseño de producción es impecable, recreando con gran detalle el ambiente de la América de los años 50 y el mundo de los Gleeps. Los escenarios son coloridos y vibrantes, con una estética retro que recuerda a las películas de ciencia ficción de la época. La banda sonora, compuesta por Michael Giacchino, complementa a la perfección la atmósfera de la película. Sin embargo, la animación, aunque sólida, carece de la fluidez y el realismo de las producciones más modernas. A veces, los movimientos de los personajes y las expresiones faciales resultan un poco robóticos.

En definitiva, "Planet 51" es una película agradable y entretenida, que ofrece una buena dosis de humor y reflexión sobre la naturaleza humana. Aunque no es una obra maestra, sí es un filme que merece la pena ver, especialmente si se busca una experiencia ligera y optimista. Una película que, a pesar de sus limitaciones técnicas, logra transmitir un mensaje positivo y conmovedor.

Nota: 7/10