“Planeta Solteros” es, en su esencia, una comedia romántica con un sabor agridulce y una premisa bastante inteligente. La película, dirigida por Sharon Dowd y estrenada en 2009, no pretende revolucionar el género, pero sí ofrecer una reflexión sobre las expectativas sociales y el deseo de encontrar la “persona perfecta” en un mundo donde las relaciones se han filtrado a través de la lente de las redes sociales y los clichés mediáticos. La historia, centrada en la interacción entre un presentador de televisión carismático y una estudiante de música reservada, evoca una sensación de familiaridad, aunque no se adentra en territorios particularmente innovadores.
La dirección de Dowd es competente, logrando mantener un ritmo fluido y creando una atmósfera que, aunque a veces un poco predecible, se sostiene. La película juega con la idea del contraste entre la vida pública y la privada, y la inmediatez de la televisión y la introspección. El diseño de producción, aunque modesto, sirve para reforzar el contraste entre el estudio de televisión, con su brillo y glamour, y el ambiente más íntimo y realista de la vida de la protagonista. Sin embargo, a veces, la estética intenta demasiado ser "cool" y termina por parecer artificiosa.
El elenco cumple con las expectativas. Paul Rudd como el presentador de televisión, Julian Talisman, ofrece una actuación entrañable. Su carisma natural y su capacidad para improvisar le permiten encajar perfectamente en el papel, aunque la química con Reese Witherspoon, quien interpreta a la maestra de música, Alexa, es, en ocasiones, un poco débil. Witherspoon, por su parte, aporta una autenticidad y una vulnerabilidad que son cruciales para el desarrollo del personaje. Su interpretación es sutil, pero efectiva, transmitiendo la inseguridad y el deseo de autoafirmación de Alexa. La química con Rudd, aunque no espectacular, es suficiente para que la audiencia se preocupe por su destino.
El guion presenta algunas ideas interesantes, especialmente en lo que respecta a la crítica a la superficialidad de las citas en línea y la presión social para encontrar el "tipo perfecto". La película plantea la cuestión de si realmente necesitamos la aprobación de los demás para ser felices, y si la búsqueda de la "persona perfecta" nos impide disfrutar del presente. No obstante, el guion a veces recae en tropos cliché del romance y las situaciones cómicas se basan en el humor de la situación más que en el ingenio. Hay momentos de brillantez, pero también largas secciones donde la trama se estanca y la película se diluye en diálogos poco inspirados.
En definitiva, “Planeta Solteros” es una película entretenida, pero no especialmente memorable. Ofrece una reflexión oportuna sobre la cultura de las citas y la presión social, pero carece de la profundidad y la originalidad que le permitirían destacar en el panorama cinematográfico. Es un buen rato en el cine, adecuado para una noche de película en casa, pero no para quedarse pensando mucho después de que terminen los créditos.
Nota: 6/10