Planeta Solteros 2 (2018)

‘Planeta Solteros 2’ no es, estrictamente hablando, una película que revolucionará el género del comedia romántica. Sin embargo, la segunda entrega de esta saga polaca, dirigida nuevamente por Filip Bajon, ofrece una experiencia cinematográfica sorprendentemente satisfactoria, que se basa en la honestidad de sus personajes y en una exploración, aunque predecible, de las complejidades de las relaciones modernas. Bajon consigue, a pesar de la fórmula, crear una atmósfera de desconcierto y un ritmo que, incluso en los momentos más lentos, mantiene la atención del espectador.

El guion, en general, es sólido, si bien se permite caer en algunos clichés del género. La premisa, centrada en dos personas que se encuentran tras una ruptura y deciden pasar un verano en una casa de playa, es arquetípica, pero se sirve con una autenticidad que evita que se torne en una mera parodia. La dinámica entre Anna y Tomej, interpretados con convicción por Agnieszka Wiedtocha y Maciej Stuhr, es el corazón de la película y, en este aspecto, la película brilla. Stuhr, en particular, aporta una vitalidad descarada al papel de Tomej, un showman de la vida nocturna que, a pesar de su aparente desapego, alberga un anhelo de conexión genuina. Wiedtocha, por su parte, ofrece una interpretación sutil y compleja, mostrando la frustración y la vulnerabilidad de una mujer que lucha por encontrar su lugar en un mundo que parece haberse alejado de sus aspiraciones.

La dirección de Bajon se distingue por su naturalidad. Evita la sobreproducción y se centra en capturar las situaciones cotidianas, las conversaciones, las miradas que revelan más que las explicaciones. El uso de la cámara a menudo es plano, casi documental, lo que contribuye a la sensación de que estamos presenciando un fragmento de la vida real, con sus imperfecciones y sus momentos de inesperada ternura. El vestuario y la fotografía, aunque no ostentan una estética llamativa, cumplen su función de ambientar las escenas en un entorno veraniego y relajado.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. Algunos diálogos, especialmente en las escenas más dramáticas, se sienten forzados, y la trama, a pesar de los intentos por introducir nuevos elementos, sigue siendo bastante predecible. Además, el subgénero del 'situacionismo romántico' puede resultar un poco repetitivo, y la película no ofrece ninguna visión particularmente original sobre la búsqueda del amor o la autodescubrimiento. No obstante, la química entre los actores y el tono relajado y honesto de la película compensan en gran medida estas deficiencias.

En definitiva, ‘Planeta Solteros 2’ es una comedia romántica ligera y entretenida que, si bien no aspira a ser un hito cinematográfico, consigue conectar con el espectador gracias a sus personajes y a la capacidad de transmitir emociones de forma sutil pero efectiva. Es una película para disfrutar en una tarde de verano, sin grandes pretensiones, pero que puede brindar un rato agradable y reflexivo sobre las expectativas y las verdades del amor.

Nota: 7/10