Play Dead (2022)

“Play Dead” es un thriller claustrofóbico que, a pesar de sus ideas sorprendentemente inquietantes, no logra alcanzar la profundidad que promete. La película se mueve con cautela en un territorio narrativo bastante conocido, pero la ejecución le impide escalar a lo realmente memorable. La premisa – una estudiante de criminología que finge su propia muerte para infiltrarse en una morgue – es sólida y ofrece un punto de partida interesante para explorar temas de pérdida, justicia y la fragilidad de la vida. Sin embargo, la película se queda en la superficie, con una atmósfera tensa pero no siempre convincente.

La dirección de David Diener es competente y sabe generar momentos de verdadera tensión, especialmente en las secuencias dentro de la morgue. El uso de la iluminación, con sombras alargadas y colores apagados, contribuye a crear una sensación constante de inquietud. Pero, en ocasiones, la tensión se resuelve a través de sustos fáciles y trucos visuales que, en lugar de asustar, pueden resultar ligeramente forzados. La película se beneficia enormemente de su entorno: la morgue, con su olor a formol y su ambiente frío y desolador, es un personaje en sí mismo, y la fotografía lo enfatiza eficazmente.

El reparto es, en general, bueno, pero el personaje de la protagonista, Chloe, interpretada por Amy Jo Murray, no logra profundizar lo suficiente en su motivación y conflictos internos. Aunque Murray transmite una valentía admirable, la falta de matices en su actuación dificulta la identificación del espectador con su situación. El antagonista, el forense, es un personaje inquietante gracias al trabajo de Steven McDonald, quien entrega una interpretación sádica y perturbadora. Sin embargo, su arco argumental es algo simplista, ofreciendo una amenaza más psicológica que física, lo cual, en última instancia, limita su impacto. Se siente como una caricatura de un villano anticuado.

El guion, escrito por Diener y Murray, es donde reside la mayor debilidad de la película. Si bien las ideas iniciales son prometedoras, la trama se complica en exceso, introduciendo elementos innecesarios y giros argumentales que no se sienten orgánicos. La resolución, aunque satisfactoria en términos de cumplimiento de la premisa, carece de impacto emocional y se siente apresurada. Se intenta, sin éxito, subvertir algunas expectativas, pero lo hace de una manera tan artificiosa que desorienta más que sorprende. El tema de la manipulación de cadáveres y la deshumanización de la muerte, aunque presente, se trata superficialmente y sin profundizar en las implicaciones éticas y psicológicas. La película podría haber explorado las consecuencias del trabajo de la morgue con mayor profundidad, y la exploración del trauma que provoca la pérdida de un ser querido.

En resumen, “Play Dead” es un thriller de suspense entretenido pero poco inspirado. Cumple con el entretenimiento de su género, ofreciendo momentos de tensión y suspense, pero carece de la originalidad y la profundidad que lo elevarían a algo más memorable. Se deja ver, pero no deja una impresión duradera.

Nota: 6/10