Pokémon 4Ever (2001)

“Pokémon 4Ever” es, sin duda, una película que se ubica en la periferia del legado de la franquicia, ofreciendo una experiencia de ver para los nostálgicos más acérrimos y una oportunidad para que los más jóvenes se adentren en el mundo Pokémon con una historia más elaborada de lo habitual. Sin embargo, al intentar escalar en ambición, la película se desvía ligeramente del equilibrio que la hacía tan querida en sus entregas anteriores.

La dirección de Rob Coleman se muestra competente, utilizando un diseño visualmente atractivo y algunas secuencias de acción decentes, aunque carentes de la dinamismo y la creatividad que se esperaría de un filme Pokémon. La película se basa mucho en la nostalgia, recurriendo con frecuencia a referencias y guiños a las películas originales, lo que puede ser agridulce para los espectadores más antiguos, mientras que para los niños es una invitación a explorar los elementos que han definido la serie durante décadas. No obstante, esta constante referencia a lo pasado a veces hace que la trama pierda un poco de frescura y se sienta un tanto repetitiva.

Las actuaciones son bastante estándar, con la banda principal de personajes entregando sus respectivos roles sin grandes sobresalientes. Ash Ketchum, interpretado como siempre por Ian Nelson, mantiene la esencia de su personaje, pero carece de la chispa que lo caracterizó en los primeros largometrajes. Pikachu, por supuesto, sigue siendo el protagonista indiscutible, aunque su papel se centra principalmente en el apoyo emocional. Otros personajes, como Brock y Misty, tienen un desarrollo minimalista, relegados a papeles secundarios que apenas exploran sus posibilidades.

Lo más problemático de "Pokémon 4Ever" reside en su guion. La historia se centra en la amenaza de un antiguo cazador de Pokémon, pero la introducción de un nuevo y más poderoso enemigo, que utiliza una Pokéball para transformar Pokémon en monstruos, resulta algo forzada y carente de originalidad. La trama, aunque intenta conectar con el pasado de la franquicia, se siente desorganizada y llena de giros argumentales poco convincentes. El desarrollo del conflicto principal se siente apresurado y la resolución, aunque satisfactoria, no logra compensar los problemas anteriores. La película busca desesperadamente justificar las acciones de los personajes, a menudo recurriendo a explicaciones rebuscadas que restan credibilidad a la historia.

A pesar de sus fallos, “Pokémon 4Ever” ofrece un entretenimiento ligero y familiar. La película cumple su cometido de mantener a los niños entretenidos, pero para los adultos, la experiencia puede ser un tanto decepcionante. La película es un ejercicio de nostalgia que, sin embargo, no logra alcanzar el mismo nivel de magia y aventura que las primeras películas de Pokémon. Podría haberse beneficiado de una mayor audacia narrativa y de una estructura más sólida.

Nota: 6/10