Poli de guardería (1990)

“Poli de guardería” (Kindergarten Cop, 1990) no es solo una comedia de acción de los 90; es un artefacto cultural que, a pesar de sus evidentes limitaciones, sigue siendo sorprendentemente entretenida y reveladora de una época particular. Ivan Reitman, conocido por su trabajo con John Hughes, logra combinar el heroísmo musculoso de Arnold Schwarzenegger con un tono absurdo y una sensibilidad inesperada, aunque esta última a veces se siente forzada. La película, en esencia, explora la dicotomía entre la brutalidad y la ternura, y cómo un hombre entrenado para la violencia puede, gradualmente, aprender a amar y proteger a los más vulnerables.

Schwarzenegger, en su papel de John Kimble, es, como suele ser habitual en sus roles, implacable y directo. Sin embargo, Reitman se atreve a explorar la fragilidad latente bajo la armadura de esta figura icónica. Observamos cómo, a medida que John pasa tiempo en la guardería “Little Kings,” se somete a un proceso de transformación que va más allá de la simple imitación del comportamiento infantil. Su interacción con los niños, especialmente con la adorable y vibrante Dana, interpretada por Penelope Ann Miller, es el núcleo emocional de la película. Miller aporta una calidez y una autenticidad que contrastan notablemente con la presencia imponente de Schwarzenegger, creando una química interesante y genuina.

La dirección de Reitman, aunque no es revolucionaria, es competente y se centra en el ritmo y el humor. La película se beneficia de situaciones cómicas palpables: las reacciones exageradas de los niños a la presencia de un policía, las situaciones de emergencia repentinas, y la incapacidad de John para entender las dinámicas sociales de una guardería. Sin embargo, la comedia se equilibra sorprendentemente bien con la acción, que se siente orgánica y bien coreografiada, con secuencias de lucha que, si bien son genéricas, cumplen su cometido y contribuyen al tono general de la película. La banda sonora, con canciones pegadizas de los 80 y 90, refuerza la atmósfera y añade un toque nostálgico.

El guion, escrito por Martin Lucas y Tom Berry, es el punto más débil de la película, aunque no de forma dramática. El desarrollo de la trama es predecible y recurre a clichés del género policial y comedia. No obstante, hay momentos de ingenio y diálogos que logran generar risas. La motivación del villano, interpretado por Rusty Culp, es bastante simple y la resolución final, si bien satisfactoria, no aporta nada particularmente original. A pesar de estas deficiencias, la película consigue mantener el interés del espectador gracias a su ritmo dinámico y a la presencia carismática de Schwarzenegger. Es importante señalar que, en su contexto, la película es un ejemplo temprano de cómo un actor de acción podría utilizar el humor para suavizar su imagen y humanizar su personaje.

En definitiva, “Poli de guardería” es una película divertida y entretenida, que ofrece un alivio refrescante en la filmografía de Schwarzenegger. Es una comedia de acción que, aunque no alcanza la excelencia, cumple su función y sigue siendo una pieza memorable de los años 90. Un clásico de culto que, a pesar de sus imperfecciones, vale la pena ver con una mente abierta y una buena dosis de humor.

Nota: 7/10