Polowanie (2023)

“Polowanie” (La Caza) no es un thriller político convencional. Es un drama introspectivo y, a menudo, inquietante que te marca el ritmo y te obliga a reflexionar sobre la fragilidad de la integridad y el precio que a veces se paga por la justicia. La película, dirigida por Łukasz Palkowski, se sumerge en la atmósfera claustrofóbica de un pequeño pueblo polaco, donde la corrupción se ha convertido en una enfermedad endémica y el sistema parece estar diseñado para perpetuarla. La historia, centrada en el personaje de Andrzej, interpretado magistralmente por Michał Czernecki, nos muestra a un hombre de familia, un panadero aparentemente normal, que se ve empujado a desafiar el orden establecido y, en el proceso, su vida se desmorona.

La dirección de Palkowski es, sin duda, el punto fuerte de la película. Evita la sobre-exposición de los elementos de acción, optando por un estilo más narrativo, centrado en las emociones y la psicología de los personajes. La fotografía, en tonos grises y ocres, contribuye a crear una sensación constante de tensión y opresión. La cámara a menudo se mantiene discreta, como un espectador silencioso, pero siempre alerta, capturando los pequeños detalles que revelan la decadencia moral que corroe el pueblo. El uso de planos cerrados, especialmente en las escenas que muestran la interacción entre Andrzej y su esposa, transmite una profunda incomunicación y la sensación de estar atrapado en una red de mentiras.

Las actuaciones son excepcionales. Czernecki ofrece una interpretación contenida pero poderosa, logrando transmitir la frustración, la desesperación y el conflicto interno de su personaje. Magdalena Walach, como esposa de Andrzej, aporta una delicadeza y una vulnerabilidad que complementan la actuación de Czernecki. Andrzej Andrzejewski, en su papel como alcalde corrupto, no se limita a ser el villano caricaturesco; nos muestra un hombre, un padre, lidiando con sus propios dilemas, aunque sea en un contexto moralmente cuestionable. Artur Barciś, en un papel breve pero esencial, encarna la figura de un policía atormentado por su conciencia, representando una esperanza efímera de justicia.

El guion, adaptado de la novela homónima de Szymon Kudła, es riguroso y bien estructurado. La película no se precipita a la acción, sino que construye la tensión lentamente, revelando gradualmente la complejidad de la conspiración y las consecuencias de las decisiones de Andrzej. La película no ofrece respuestas fáciles ni juicios morales simplistas. En lugar de eso, explora las complejidades de la moralidad en un contexto de poder y corrupción, dejando al espectador con la inquietante pregunta de cuánto está dispuesto a sacrificar por lo que cree. Es una película que te persigue después de salir del cine, invitándote a reflexionar sobre los límites de la integridad personal frente a las presiones sociales y políticas. No es un entretenimiento ligero, pero es una experiencia cinematográfica memorable, llena de matices y profundidad.

Nota: 8/10