Poltergeist III (1988)

‘Poltergeist III’ (1988) es, sin lugar a dudas, una de las películas más controvertidas y, a menudo, ignoradas de la saga original. Tras los sucesos impactantes de ‘Poltergeist’ (1982) y su secuela, esta entrega se aleja significativamente del terror atmosférico y psicológico que caracterizó a las primeras entregas, optando por una fórmula más orientada a la acción y el espectáculo, aunque con resultados ambiguos. La película, dirigida por Gary Fenicott, es un caso de estudio en cómo un guion prometedor puede ser frustrado por decisiones creativas cuestionables.

La premisa inicial –la transferencia de Carol Anne a Chicago para protegerla de las amenazas sobrenaturales– presenta un interesante punto de partida. El cambio de escenario, un imponente rascacielos, ofrece la posibilidad de explorar nuevos conceptos y efectos visuales, y la película, en sus primeros actos, logra generar cierto interés. Sin embargo, la historia rápidamente se sumerge en una narrativa repetitiva e inverosímil. La figura del Reverendo Kane, interpretada con fría indiferencia por Kurt Fuller, es un antagonista terriblemente unidimensional. Su motivación, un simple deseo de reclamar a su hija, carece de profundidad y se siente como una excusa precaria para el caos que se desata. La película no se toma el tiempo necesario para desarrollar la relación entre Kane y Carol Anne, lo que hace que sus interacciones resulten poco convincentes.

El guion, coescrito por Steven Spielberg, Diane Craft y Bruce Adelson, se basa en una serie de eventos fantásticos que, aunque visualmente decentes, carecen de la coherencia lógica que se esperaría de una película de terror. Las técnicas de comunicación con el más allá, a través de la televisión y los videojuegos, son un recurso que, si bien fue innovador en su tiempo, se siente ahora forzado y poco original. El uso excesivo de efectos especiales, aunque técnicamente correctos, sobrecarga la película con elementos visuales que distraen de la trama y de los personajes. La dirección de Fenicott, aunque competente en el manejo de la acción, no logra infundir la película con la tensión y el suspense que la serie necesitaba. Se percibe una falta de cuidado en la construcción de la atmósfera, lo que resulta en una experiencia cinematográfica menos memorable.

A pesar de sus deficiencias, la película cuenta con algunas actuaciones sólidas, especialmente la de Robin Wright en el papel de Diane Freeling, quien transmite la angustia y el desamparo de una madre que lucha por proteger a su hija. El resto del elenco secundario, incluyendo a Dane Donavon y Charles Martin Smith, cumple con sus roles, aunque sin destacar particularmente. En resumen, ‘Poltergeist III’ es una película que se encuentra en una zona gris del género, una mezcla torpe de terror, ciencia ficción y acción que, a pesar de sus intentos de innovar, termina siendo más decepcionante que aterradora. No es una mala película, pero tampoco es una gran película, simplemente una película olvidable.

Nota: 5/10