La película 'Porky's', dirigida por Bob Clark en 1982, es una representación clásica y controvertida del humor adolescente de la década de los ochenta. Ambientada en Florida durante los años cincuenta, nos presenta a un grupo de pícaros adolescentes que vivirán una serie de aventuras en su intento por descubrir el sexo y el amor. La trama gira en torno a sus esfuerzos para entrar en Porky's, un popular local nocturno donde las chicas se ponen a disposición.
En términos de dirección, Clark muestra una notable capacidad para controlar la acción y el ritmo. A pesar del carácter cómico, la película conserva un nivel constante de tensión que mantiene a los espectadores en sus asientos. Además, la puesta en escena se caracteriza por su naturalismo y su acierto para capturar la vitalidad y el espíritu rebelde del adolescencia. Sin embargo, el argumento no es más que una serie de situaciones cómicas e irrespetuosas en las que los personajes buscan tener relaciones sexuales con chicas mayores.
El guion de 'Porky's' también se encuentra plagado de estereotipados e irresponsables. Los adolescentes son retratados como malcriados y desenfrenados, lo que no promueve una imagen positiva ni es consecuencia de un análisis profundo del papel de la juventud en la sociedad. Además, las mujeres aparecen reducidas a su función sexual y son objeto de burlas constantes por parte de los personajes masculinos.
En términos de actuación, los miembros del elenco demuestran una capacidad para transmitir la vitalidad y la ingenuidad de sus personajes. Sin embargo, se notan ciertas deficiencias en las interpretaciones más profundas y sus respectivos desarrollos. Aun así, es importante destacar la actuación de Kim Cattrall, que interpretó a la famosa chica de Porky's, Tracy Quist.
En resumen, 'Porky's' es una película que ofrece un buen nivel de entretenimiento por medio de sus situaciones cómicas e irrespetuosas. No obstante, presenta un guion poco profundo y estéreotipado, así como la reducción de las mujeres a su función sexual. Es una obra que refleja el espíritu rebelde de la adolescencia de los años ochenta, pero no ofrece un análisis serio de este periodo ni una imagen positiva de sus personajes.
Para espectadores de adultos, puede resultar divertida y graciosa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que presenta temas sexuales y lenguaje grosero no adecuados para niños menores de 18 años.