Power of Attorney (1995)

“Power of Attorney” es una joya oculta del cine de los 90, una película que se desvela lentamente, como una investigación policial meticulosa. Danny Aiello, en el papel del don Joseph Scassi, ofrece una interpretación magistral: un hombre de poder absoluto, marcado por la edad y la desesperación, pero que conserva una mirada que te perfora la médula. Su Scassi no es el mafioso caricaturesco del género, sino un hombre consumido por el miedo y la necesidad de proteger su legado. La película no se centra en la violencia gratuita, sino en las consecuencias psicológicas de la corrupción y la traición, explorando las grietas morales de aquellos que operan al margen de la ley.

La dirección de Peter Levin es sobria y efectiva. Se evita el melodrama barato, optando por un estilo visual oscuro y claustrofóbico que refleja la atmósfera opresiva de la Nueva York de los años 90, donde la ciudad misma parece ser un personaje más. La cámara se mantiene a menudo a distancia, observando a los personajes con una mirada fría y desapasionada, lo que amplifica la sensación de incomodidad y amenaza constante. La banda sonora, minimalista y ambiental, complementa a la perfección la narrativa, creando una experiencia auditiva inquietante y memorable.

Las actuaciones son consistentemente sólidas. Rae Dawn Chong aporta una fragilidad conmovedora a su personaje, una mujer atrapada en un mundo peligroso y que lucha por encontrar una salida. Elias Koteas, como el abogado que se encarga de investigar el caso, se muestra tenaz e inteligente, aunque a veces su personaje parece un poco plano. Sin embargo, la química entre Aiello y Koteas es palpable, y la dinámica de poder entre ambos personajes es uno de los pilares de la película. La tensión se siente, no por enfrentamientos explosivos, sino por miradas, silencios y la constante sensación de que la traición está a solo un paso.

El guion, adaptado de un libro de Robert Daley, es inteligente y complejo. Se centra en la intrincada red de favores, lealtades y deudas que define el mundo de la mafia. La película explora las consecuencias legales de la corrupción, mostrando cómo el poder puede ser utilizado para manipular la justicia. No ofrece respuestas fáciles ni soluciones simples, sino que plantea preguntas difíciles sobre la moralidad, la lealtad y la búsqueda de la verdad. Lo que distingue a “Power of Attorney” es su atención al detalle en la construcción del personaje y sus motivaciones, y la manera en que la película disecciona los mecanismos de la ley, mostrándolos como herramientas que pueden ser deformadas para servir a intereses privados. Es una película que se queda con el espectador mucho después de que terminan los créditos, obligándote a reflexionar sobre la naturaleza del poder y sus implicaciones.

Nota: 8/10