Princesa por sorpresa 2 (2004)

“Princesa por Sorpresa 2” es un regusto dulce, pero no exento de frustración. La película, claramente pensada como un digno sucesor de la original, se enfrenta al desafío de construir una narrativa que vaya más allá de la simple repetición de fórmulas y personajes familiares. Y aunque logra algunos momentos encantadores, se ve empañada por un guion que, en ocasiones, se siente previsible y un ritmo que alterna con cierta frecuencia entre la comedia ligera y el melodrama, sin alcanzar la perfección.

Anne Hathaway, una vez más, brilla con su encanto y vulnerabilidad. Mia, ahora con más experiencia y madurez, se encuentra en una situación extraordinariamente difícil: debe equilibrar sus aspiraciones personales con las expectativas de la realeza. Hathaway logra transmitir con éxito la incomodidad y la incertidumbre de una joven que busca su lugar en el mundo, incluso si ese lugar implica un matrimonio arreglado. Su química con Julie Andrews, que regresa como la Reina Clarisse, es uno de los puntos fuertes de la película. Andrews aporta la sabiduría, el humor y la ternura que caracterizan a su personaje, creando un dúo memorable que alimenta la esencia de la comedia familiar.

Sin embargo, el guion, aunque presenta algunas situaciones cómicas ingeniosas y diálogos agradables, carece de la profundidad y la complejidad que podrían haber elevado la película a un nivel superior. Las subtramas, como la rivalidad entre los pretendientes, se desarrollan de forma apresurada y a menudo se resuelven de manera poco convincente. Aunque la película busca explorar temas como la presión social y las expectativas familiares, estos temas se abordan de forma superficial, evitando profundizar en las implicaciones emocionales y psicológicas para los personajes.

La dirección de James Lapine es competente, manteniendo un estilo visual agradable y utilizando una fotografía que evoca la atmósfera opulenta de la realeza. Los detalles, como los elaborados trajes y los decorados majestuosos, contribuyen a crear un mundo creíble y atractivo. No obstante, la película no se atreve a tomar riesgos narrativos o a desafiar las convenciones del género, lo que la convierte en una experiencia familiar convencional y predecible. A pesar de ello, “Princesa por Sorpresa 2” ofrece una dosis de humor y emoción que, sin duda, complacerá a los aficionados al género y a aquellos que aprecien la dinámica entre Mia y su abuela. No es una obra maestra, pero sí un entretenimiento agradable para toda la familia.

Nota: 6.5/10