Problemas de mujeres (2009)

“Problemas de Mujeres” no es una película que te dejará con una conclusión grandilocuente sobre la condición femenina. No busca el debate generalizado ni la reivindicación simplista. En cambio, ofrece un retrato crudo, a veces doloroso, de diez mujeres de Los Ángeles que, en un solo día, se revelan en sus miserias particulares. La película, dirigida con maestría por Emerald Fennell, se centra en la multiplicidad de problemas que definen a estas protagonistas, no en una única narrativa, sino en la interconexión de sus vidas fragmentadas.

La dirección de Fennell es decididamente estilizada y, a veces, perturbadora. Utiliza un plano secuencia que, aunque efectivo para crear una sensación de flujo y realismo, puede volverse un poco claustrofóbico. La estética visual, rica en colores vibrantes y contrastes, enfatiza la belleza artificial y las máscaras que cada una de las mujeres pone ante el mundo. Sin embargo, esta riqueza visual no disimula la soledad y el aislamiento que impregnan cada escena. La banda sonora, igualmente acertada, amplifica la atmósfera y las emociones, a menudo con tonos electrónicos y distorsionados que reflejan el estado mental de las protagonistas.

El elenco es, sin duda, la joya de la película. Todas las actrices dan interpretaciones impresionantes. Jodie Comer, en el papel de la estrella del cine porno, Domínique, es la que más llama la atención, no solo por su química en pantalla con su compañera de reparto, Hunter Schafer, sino por la profundidad que aporta a un personaje que podría haber caído en estereotipos. Pero las actuaciones de शेफालीอา, Samantha Morton, Maxine Peake y otras también son memorables, cada una aportando una matiz única a la historia. No se trata de personajes planos; cada mujer tiene su pasado, sus miedos y sus deseos ocultos, que se desvelan a través de diálogos inteligentes y momentos de vulnerabilidad.

El guion, escrito por Fennell y Zadie Smith, se beneficia de la estructura narrativa no lineal, que permite explorar las vidas de las mujeres de forma independiente, antes de finalmente entrelazarlas en momentos de conexión y, a veces, conflicto. Si bien la ambigüedad es un elemento constante, y la película no ofrece respuestas fáciles a las preguntas que plantea sobre la sexualidad, el trauma y las expectativas sociales, sí que genera reflexiones sobre la presión que se ejerce sobre las mujeres para que se ajusten a determinados estándares. La película explora la idea de la libertad individual y la dificultad de escapar de ciclos destructivos. Sin embargo, a veces la complejidad puede ser un arma de doble filo, resultando en momentos que requieren un esfuerzo considerable por parte del espectador para comprender las motivaciones de los personajes.

En resumen, "Problemas de Mujeres" es un retrato desafiante y perturbador de la vida moderna, un estudio profundo de la soledad y la fragilidad. No es una película para todos, pero para aquellos que estén dispuestos a dejarse llevar por su complejidad y sus personajes, puede resultar ser una experiencia cinematográfica inolvidable.

Nota: 8/10