Profanación (Los casos del Departamento Q) (2014)

“Profanación (Los casos del Departamento Q)” es mucho más que un simple thriller policial; es una incursión inquietante en la psicología humana y una satírica disección de la burocracia y las fallas de un sistema. La película, adaptación del exitoso programa televisivo danés, no solo entretén, sino que obliga al espectador a cuestionar su propia percepción de la justicia y la verdad, ofreciendo una experiencia cinematográfica que perdura mucho después de que los créditos finales se hayan desplegado.

La dirección de Søren Sveistrup es magistral, logrando crear una atmósfera de constante tensión y desasosiego. Utiliza la iluminación, el sonido y el ritmo para construir un mundo opresivo y claustrofóbico, que refleja la mente torturada de los detectives Carl Mørck (Mads Mikkelsen) y Assad (Thomas Kundt). Mikkelsen, en particular, entrega una actuación impecable, transmitiendo con una sutileza escalofriante la incredulidad, la frustración y la gradual desilusión de Carl ante los hechos y las circunstancias. Assad, interpretado por Thomas Kundt, ofrece un contrapunto perfecto, aportando una voz de la razón y un humor negro que sirve como válvula de escape para la oscuridad del caso.

El guion, adaptado del material original, se beneficia de la inteligencia y el ingenio de los creadores. La película no se adhiere a los clichés del género policial. En lugar de ofrecer respuestas fáciles y soluciones obvias, presenta una trama intrincada y llena de matices. La investigación se arrastra lentamente, revelando capas de mentiras, motivaciones ocultas y una red de influencias que van mucho más allá de lo que inicialmente se presenta. La forma en que se desmantela la teoría inicial, basada en una confesión aparentemente soluciona el caso, es particularmente brillante, y subraya la fragilidad de la evidencia y la facilidad con la que se pueden manipular los hechos. Es una crítica sutil pero eficaz a la policía y a la justicia, demostrando que a veces, las apariencias engañan y la verdad se esconde en los detalles que se ignoran.

La película no busca el espectáculo, sino la reflexión. Se enfoca en el proceso mental de los detectives, mostrando su proceso de análisis, sus dudas y sus constantes cuestionamientos. La relación entre Carl y Assad, basada en la incredulidad mutua y un respeto tácito, es uno de los puntos fuertes de la película. La comedia negra, no siempre evidente, se integra perfectamente en la atmósfera general de tensión, ofreciendo momentos de alivio cómico que contrastan con la oscuridad del caso. “Profanación” no solo es una buena película de misterio, sino una reflexión sobre la naturaleza de la verdad, el papel de la policía y la importancia de no dejarse engañar por las apariencias.

Nota: 8.5/10