Protéger & servir (2010)

“Protéger & Servir” es, en esencia, una comedia policial francesa que irrumpe en la pantalla con una energía contagiosa y una particularidad que la distingue de las producciones del género. Dirigida por François Damiens, la película no se toma la seriedad del crimen organizado demasiado en serio, sino que se enfoca en la dinámica entre sus dos protagonistas: el cabezón y malhumorado inspector de policía, Kad Merad, y el ebenso clueless y rotundamente torpe Clovis Cornillac. La química entre ambos actores es, sin duda, el corazón palpitante de la película, generando un humor físico y verbal que es a la vez absurdo y, sorprendentemente, efectivo.

Damiens logra equilibrar la comedia con elementos de acción, aunque estos últimos se presentan de una manera deliberadamente exagerada y, a veces, poco realista. La película se atreve a ser caótica, a abrazar lo ridículo y a no tener miedo de que algunas situaciones se vuelvan tan absurdas que te hagan soltar una carcajada. El ritmo, aunque errático en ocasiones, contribuye a esta sensación de descontrol cómico, que es exactamente lo que la película pretende transmitir. La dirección es, en gran medida, ingeniosa, usando los espacios de la policía y los escenarios de la mafia para crear situaciones visuales que acentúan el humor.

Las actuaciones son excepcionales. Kad Merad, conocido por su habilidad para el humor físico y la comedia de personaje, entrega una interpretación magistralmente exagerada de un policía incompetente pero bien intencionado. Clovis Cornillac, por su parte, sorprende por su capacidad para crear un personaje tan totalmente fuera de lugar que resulta profundamente entrañable. Carole Bouquet, aunque con un papel relativamente breve, aporta una elegancia y un porte que contrastan maravillosamente con el caos que la rodea. Su presencia se siente como un toque de sofisticación en el torbellino de situaciones cómicas.

El guion, escrito por David Chasseresse, merece un reconocimiento especial. No se limita a la típica trama de persecuciones y tiroteos. El guion se centra en las pequeñas idiosincrasias de los personajes, en las conversaciones absurdas y en la forma en que la incompetencia de los protagonistas contribuye a desmantelar la organización criminal. Hay un cierto encanto en la idea de que la solución a un problema criminal puede surgir de la torpeza y la falta de sentido común. La trama, aunque simple, está bien construida y mantiene la atención del espectador hasta el final. La película aprovecha al máximo el talento de sus actores y la creatividad de su equipo técnico, creando un espectáculo cinematográfico memorable.

Nota: 7/10