Proyecto Rampage (2018)

“Proyecto Rampage” es una explosión de adrenalina y un espectáculo visual que, a pesar de sus evidentes tropiezos narrativos, ofrece un entretenimiento considerable. La película se basa en la premisa de un mundo donde la ciencia ha cruzado la línea, provocando la mutación de diversas especies animales, y nos presenta a Davis Okoye (Dwayne Johnson) como un protagonista irresistible: un primatólogo con un profundo amor y respeto por los primates, especialmente por George, su gorila albino. La relación entre ambos es el núcleo emocional de la historia, y Johnson ofrece una actuación genuina y conmovedora, infundiendo a Okoye con un carisma innegable y una vulnerabilidad que contrasta con su destreza física. Su evolución a lo largo de la película es convincente, pasando de ser un científico a un protector desesperado.

La dirección de Jaume Alonso López es dinámica y, en su mayoría, efectiva. La película se siente como una sucesión de secuencias de acción espectaculares, con coreografías elaboradas y momentos de tensión palpable. El diseño de producción es notable, creando escenarios post-apocalípticos visualmente impactantes y llenos de detalles que sugieren un mundo devastado por la intervención genética. Sin embargo, la película sufre de una estructura narrativa algo simplista y predecible. El guion, escrito por Ryan Merriman y Chris Morgan, se centra demasiado en la acción y deja poco espacio para el desarrollo de personajes secundarios, quienes resultan ser meras marionetas en el despliegue de la acción. Las subtramas, especialmente aquellas relacionadas con la investigación detrás de la mutación, se sienten apresuradas y superficiales, lo que disminuye el impacto emocional de la historia.

El verdadero éxito de "Proyecto Rampage" reside en el diseño de los “Rampages” – los animales mutados. Los gorilas, los perros, los ciervos… cada uno de ellos es único y aterrador, y las escenas en las que se enfrentan a los protagonistas son verdaderamente emocionantes. El CGI es, en su mayoría, impecable, logrando crear criaturas convincentes y con una apariencia realista que las hace peligrosas y, a su vez, simpáticas. No obstante, la película no evita las soluciones fáciles y el desarrollo repentino de la amenaza, elementos que pueden resultar forzados para el espectador. La resolución final, aunque visualmente impresionante, carece de la profundidad y el subtexto que una película de este calibre podría haber ofrecido. A pesar de sus defectos, la película es un espectáculo visual muy logrado, impulsado por la presencia carismática de Dwayne Johnson y el diseño de los animales mutantes.

A pesar de sus ambiciones, “Proyecto Rampage” es un entretenimiento de un solo uso. No pretende ser una obra maestra cinematográfica, sino un blockbuster de acción para pasar el rato. Si buscas una experiencia cinematográfica profunda y reflexiva, quizás debas buscar en otra parte. Sin embargo, si estás buscando una película llena de acción, efectos especiales impresionantes y un protagonista con el que conectar, “Proyecto Rampage” puede resultar una opción satisfactoria, aunque superficial.

Nota: 6/10