Puedes contar conmigo (2000)

“Puedes contar conmigo” (We All Fall Down, en su título original) no es una película que te deje boquiabierto con efectos especiales o giros argumentales sorprendentes. Su fuerza reside en su autenticidad, su elegancia contenida y, sobre todo, en la extraordinaria interpretación de Michelle Williams. La película, dirigida por Felix Lee, es un pequeño microcosmos de la vida familiar, una oda a la perseverancia y a la responsabilidad, con una mirada especial hacia el peso del pasado y la lucha por construir un futuro mejor, aunque las herramientas disponibles sean limitadas.

El guion, aunque modesto, es lo que realmente sostiene la narrativa. No se siente forzado ni pretencioso, sino que crece orgánicamente a partir de la situación inicial: Sammy Precott, interpretada con una intensidad conmovedora por Michelle Williams, es una mujer que ha sacrificado prácticamente todo por su hijo. Su vida, marcada por la tristeza de la pérdida y la responsabilidad de ser madre soltera, es palpable en cada gesto, en cada mirada. La llegada de su hermano, Jack (Lucas Hedges), es el detonante de una serie de eventos que desentierran el pasado y obligan a Sammy a confrontar sus propios demonios. La trama avanza con un ritmo pausado, permitiendo que el espectador se sumerja en la atmósfera melancólica del pequeño pueblo y en la intimidad de la protagonista.

Hedges, como Jack, ofrece una actuación igualmente sólida. Su personaje es un espejo roto, un hombre atormentado por errores pasados y por la incapacidad de ser el hermano que Sammy necesita. La dinámica entre Sammy y Jack es el corazón de la película; una relación compleja, llena de resentimiento, culpa y, en el fondo, de un innegable amor. La película explora con sutileza las dificultades de la reconciliación familiar, mostrando que a veces, el perdón es un proceso lento y doloroso. La dirección de Lee es precisa, utilizando la fotografía para reflejar el estado emocional de los personajes y el paisaje rural como un personaje más de la historia. Los espacios abiertos y la luz natural enfatizan la soledad de Sammy y su conexión con la naturaleza.

Michelle Williams, en su papel más memorable en años, ofrece una actuación magistral. Es capaz de transmitir una gama completa de emociones, desde la tristeza y la desesperación hasta la fuerza y la esperanza. Su interpretación es creíble, vulnerable y profundamente humana. No se trata de una heroína tradicional; es una mujer imperfecta, con sus propias heridas y sus propios miedos. Su capacidad para comunicar la complejidad de su personaje a través de la mirada y la expresión corporal es simplemente asombrosa. Es una actuación que quedará grabada en la memoria del espectador. En definitiva, "Puedes contar conmigo" es una película íntima, reflexiva y emocionalmente resonante, que demuestra que la grandeza no siempre reside en los grandes gestos, sino en la honestidad y la autenticidad de las pequeñas historias de la vida.

Nota: 8/10