Punjab Nahi Jaungi (2017)

“Punjab Nahi Jaungi” no es solo otra comedia romántica pakistaní; es un intento, a menudo exitoso, de explorar las complejidades del amor, la familia y la tradición dentro del contexto de una sociedad profundamente arraigada en sus valores. La película, dirigida por Mustufa Shafi, se sumerge en la bulliciosa atmósfera de Lahore, transformando la ciudad en un personaje más en la narrativa. Desde la apertura, la fotografía es vibrante, capturando la belleza de sus calles, sus mercados y sus paisajes, ofreciendo al espectador una inmersión total en el mundo de la historia.

La trama, aunque predecible en su estructura general, posee un núcleo emocionalmente resonante. Humayun Saeed, como el enamorado Humayun, ofrece una interpretación convincente, transmitiendo la desesperación y la determinación de un hombre dispuesto a desafiar las expectativas para ganar el corazón de su amada. Sin embargo, es la presencia de Sohail Ahmed quien infunde una dosis de sabiduría y un toque inesperado de humor al papel del mentor. Ahmed no solo proporciona alivio cómico, sino que también plantea preguntas sutiles sobre el papel de la familia y el valor de la tradición. Su personaje, aunque relativamente breve, es uno de los elementos más memorables de la película.

La actuación de Mehwish Hayat como Simran es la piedra angular emocional de la película. Su Simran es más que una dama adinerada o una figura social; es una mujer con ambiciones propias, con deseos y con una profunda conexión con su familia. Hayat aporta una autenticidad y una vulnerabilidad que impulsan la narrativa y hacen que la lucha de Humayun sea, en última instancia, más significativa. Urwa Hocane, en su papel secundario, aporta un contrapunto interesante, interpretando a una mujer con ambiciones propias que se enfrenta a las presiones sociales de manera convincente.

El guion, aunque presenta algunos momentos torpes y expositivos, logra evocar la tensión familiar y las expectativas sociales de una manera creíble. La película no se resiste a mostrar las dificultades inherentes a una relación que desafía las normas establecidas, explorando con cierta sensibilidad los conflictos generacionales y la importancia del respeto a la familia. No obstante, la película podría haber beneficiado de un desarrollo más profundo de algunos personajes secundarios y de un ritmo que no se sintiera tan repetitivo en los momentos de interrupción de la trama para mostrar la relación. El uso de la música, aunque agradable, a veces se siente un poco predecible. Se intenta dar un tono épico pero, a veces, el resultado es ligeramente plano.

Nota: 7/10