Puro vicio (2014)

“Puro Vicio” no es una película que te dejará con la mente clara después de verla. Es una película que se instala bajo la piel, un recordatorio visceral de la decadencia, la ambición desmedida y la búsqueda incesante del placer, todo envuelto en el glamour artificial de Los Ángeles a finales de los años sesenta. Quentin Tarantino, en su debut cinematográfico, no ofreció un thriller de detectives tradicional, sino una experiencia sensorial y emocional intensa, aunque con ciertas inconsistencias que, en retrospectiva, son notorias.

La dirección de Tarantino es innegablemente audaz. No rehúye la violencia, la sexualidad explícita y el caos, pero lo hace con una precisión quirúrgica, utilizando la cámara en movimiento y la banda sonora para crear una atmósfera opresiva y perturbadora. La película se siente como una inmersión total en el mundo de los personajes, donde la distinción entre el bien y el mal se difumina hasta desaparecer. Tarantino, a pesar de su juventud, demuestra una habilidad excepcional para evocar la atmósfera de una época y un lugar, y para transmitir el estado de ánimo de los personajes de forma tan convincente.

Las actuaciones son memorables. John Travolta, en su papel como Doc Sportello, ofrece una interpretación de un detective cínico, desilusionado y moralmente ambiguo. No es un héroe tradicional, sino un hombre consumido por sus fantasías y sus obsesiones. Margot Tenenbaum, en el papel de Shasta, es icónica y aterradora a la vez. Su mirada, en particular, es implacable y llena de una belleza cruel. El resto del reparto, con figuras como Jack Nicholson y Samuel L. Jackson, también ofrece interpretaciones sólidas, aportando dinamismo y credibilidad a la trama.

Sin embargo, el guion es donde la película presenta algunas de sus debilidades más notables. Si bien la construcción del mundo y las escenas individuales son brillantes, la trama principal se vuelve algo confusa y, en ocasiones, inverosímil. La resolución del misterio, aunque visualmente impactante, resulta un poco abrupta y no del todo satisfactoria. Además, la película introduce numerosos personajes secundarios, muchos de ellos con motivaciones poco claras, lo que puede resultar abrumador para el espectador. A pesar de esto, la película se sostiene gracias a su atmósfera única y a la brillantez de las escenas individuales. Es una película que se disfruta más por su estilo y su energía que por su trama lineal.

“Puro Vicio” es una película que desafía las convenciones del género de detectives, y que, a pesar de sus defectos, se erige como una obra fundamental del cine de culto. Es un debut que anuncia el genio de Tarantino y que, décadas después, sigue generando debate y admiración.

Nota: 7.5/10