Qué esperar cuando estás esperando (2012)

“Qué esperar cuando estás esperando” es una de esas películas que, a pesar de su popularidad y base literaria sólida, no logra alcanzar la cima de la excelencia cinematográfica. La película, adaptada de uno de los libros más vendidos sobre el embarazo, se centra en seguir la vida de cuatro parejas distintas en diferentes etapas de la concepción y el embarazo. Se nos presenta la espera, la ansiedad, las dudas y, por supuesto, el inevitable humor que acompaña a este proceso vital. Si bien el tema es universal y potencialmente conmovedor, la ejecución, en mi opinión, resulta un tanto plana y superficial.

La dirección de Michael Winterbottom es pragmática y, a veces, incluso aburrida. El estilo, característico del director, se centra en la autenticidad, mostrando la vida cotidiana de las parejas de manera realista, con escenas largas y sin mucha artificiosidad. Sin embargo, esta misma estética se convierte en una debilidad, ya que la película carece de ritmo y de momentos realmente impactantes. Las escenas, aunque honestas, son a menudo lentas y la narrativa no se impulsa hacia adelante de manera efectiva. Se siente una falta de dirección creativa que impide que la película realmente conecte con el espectador a un nivel emocional profundo.

El reparto es sólido, con interpretaciones convincentes por parte de las cuatro parejas. Mark Ruffalo y Rachel McAdams encarnan a una pareja que ha sido atormentada por la infertilidad durante mucho tiempo, y su lucha por la paternidad es, indudablemente, el corazón emocional de la película. Hugh Jackman y Ruth Wilson, como otra pareja, ofrecen un retrato interesante de la complejidad de la relación matrimonial mientras se enfrentan a la posibilidad de tener un hijo. Las actuaciones son naturales y reflejan la variedad de emociones que acompañan a este proceso. No obstante, la individualidad de cada pareja se diluye en el conjunto, y su arco argumental no se desarrolla con el suficiente peso para dejar una impresión duradera.

El guion, escrito por Andrew Davies y Michael Winterbottom, presenta situaciones y diálogos que, en general, son creíbles, pero carecen de profundidad. Se tocan temas importantes como el miedo a la paternidad, la presión social, el impacto en la relación de pareja y las expectativas del mundo. Sin embargo, la película se limita a presentar estos temas sin explorarlos con el suficiente detalle. En lugar de profundizar en las complejidades psicológicas y emocionales, se aferra a escenas superficiales que solo sirven para mostrar las diferentes perspectivas sobre la maternidad. Hay momentos de comedia, por supuesto, que alivian el tono, pero son en su mayoría innecesarios y desentonan con la seriedad del tema central.

En definitiva, “Qué esperar cuando estás esperando” es una película agradable de ver, pero no es nada especial. Ofrece un vistazo a la vida de las parejas embarazadas, pero no logra conectar con el espectador de una manera significativa. Su honestidad y su búsqueda de la autenticidad son encomiables, pero no compensan la falta de profundidad y la dirección poco inspirada. Es una película que se puede ver, pero no se necesita verla con insistencia.

Nota: 6/10