¿Qué hacemos con Maisie? (2013)

“¿Qué hacemos con Maisie?” (What We Do in the Shadows) es una comedia dramática que se sumerge con audacia en las consecuencias devastadoras del divorcio, no a través del sentimentalismo barato, sino con una mirada cínica, a menudo incómoda y sorprendentemente tierna. La película, dirigida por Rachel McAdams, se aleja de las convenciones del género romántico y familiar, ofreciendo un retrato honesto y a veces doloroso de la pérdida, la alienación y la dificultad de mantener la inocencia en un mundo disfuncional. McAdams no solo dirige, sino que también protagoniza la película como Maggie, una ex-estrella del rock que, tras un divorcio público y humillante, se debate entre la rehabilitación y el intento de reconectar con su hija de seis años, Maisie (Audrey Maxwell).

El guion, coescrito por McAdams y Dale Johnson, se beneficia de una estructura narrativa no lineal, que explora flashbacks a lo largo de la relación de Maggie con Maisie. Esta técnica permite al espectador vislumbrar el origen de la fractura familiar, las tensiones y los errores que han llevado a la presente situación. La película no busca justificaciones fáciles o culpables; en cambio, presenta una realidad compleja donde ambas partes, Maggie y su exmarido, Ben (Nick Offerman), son imperfectas y, en última instancia, atrapadas por sus propios traumas. La escritura se destaca por su inteligencia coloquial y sus diálogos agudos, que logran equilibrar la comedia con momentos de profunda vulnerabilidad. Es una obra que desafía las expectativas del cine familiar y la convencionales ideas sobre el divorcio.

Las actuaciones son un pilar fundamental del éxito de la película. Nick Offerman, conocido principalmente por su papel en “Parks and Recreation,” ofrece una interpretación sorprendentemente sutil y conmovedora como Ben, un hombre aparentemente insensible que, gradualmente, revela capas de dolor y arrepentimiento. Sin embargo, es Audrey Maxwell la que realmente brilla como Maisie. Ella captura la inocencia y la confusión de una niña que no comprende la ruptura de su familia, mientras que al mismo tiempo, transciende la edad, mostrando una madurez y una sensibilidad que conmueven profundamente. McAdams, como Maggie, también ofrece una interpretación notable, mostrando la lucha interna de una mujer que ha perdido su identidad y que se debate entre la ambición y el deseo de proteger a su hija.

Visualmente, la película es elegante y minimalista, con un estilo de fotografía que refleja la desordenada y fragmentada realidad de la familia. La dirección de fotografía contribuye a crear una atmósfera melancólica y a veces desoladora, pero sin caer en el melodrama. La banda sonora, igualmente sutil, complementa la narrativa y refuerza las emociones que se están explorando. “¿Qué hacemos con Maisie?” no es una película fácil de ver, pero es una experiencia cinematográfica valiosa que invita a la reflexión sobre la naturaleza del amor, la pérdida y la búsqueda de la conexión en un mundo cada vez más individualista.

Nota: 8/10