Querô (2007)

“Querô” es, en su esencia, una película que te golpea en el pecho. No es una obra de arte inmediatamente accesible, ni una experiencia visualmente exuberante, pero sí una inmersión profunda y visceral en la marginalidad de Santos, Brasil. La dirección de Paulo Holtz es fundamental para este logro; evoca una atmósfera densa, casi claustrofóbica, que refleja la desesperación y el aislamiento que experimenta Maxwell Nascimento, el protagonista interpretado con una fuerza contenida por Maxwell Nascimento. Holtz no recurre a melodramas fáciles, sino a imágenes cuidadosamente construidas que transmiten el peso de la historia y la opresión del entorno. La película se centra en la lucha de Maxwell por definir su propia identidad, una identidad que se ve constantemente amenazada por las estructuras corruptas que lo rodean: la policía, el sistema juvenil Febem y, sobre todo, el propio sistema que lo ha relegado al margen de la sociedad.

La actuación de Maxwell Nascimento es excepcionalmente potente. Su Maxwell es un adolescente tormentoso, desconfiado y profundamente herido. No es un héroe tradicional, sino un chico que simplemente quiere sobrevivir, a menudo tomando decisiones cuestionables. La complejidad de su personaje reside en su vulnerabilidad, en su deseo de conexión que se ve constantemente frustrado. Complementa enormemente la actuación de Maria Luísa Mendonça, quien ofrece una interpretación cruda y realista de la madre de Maxwell. Su retrato es de una madre desgastada por la vida, un ser que ha perdido la esperanza pero que, a pesar de todo, sigue luchando por su hijo. Milhem Cortaz, en el papel del policía corrupto, irradia una amenaza palpable, pero también una cierta humanidad que complica la dicotomía moral de la película. Su presencia es constante, recordándonos que la supervivencia a menudo se gana a costa de compromisos morales.

El guion de Holtz y Anderson Brandão es el elemento que realmente eleva a "Querô" por encima de una simple historia de supervivencia. No simplifica la complejidad de las relaciones sociales y económicas que conforman la realidad de Santos. La película no ofrece respuestas fáciles ni soluciones simplistas. En cambio, explora las consecuencias de la desigualdad, la corrupción y la falta de oportunidades. La trama, aunque a veces se siente un tanto lineal, se mantiene cautivadora gracias a la fuerza de los personajes y la autenticidad de la ambientación. Se percibe una honestidad documental que se integra perfectamente con la narrativa. La película se adentra en las sombras de la vida en Santos, mostrando tanto la violencia como la solidaridad que coexisten en ese entorno. Es una película que te obliga a cuestionar el sistema, a reflexionar sobre la importancia de la justicia social y sobre el valor de la esperanza, incluso en los lugares más oscuros.

“Querô” no es un drama para todos los gustos. Su tono sombrío y su ritmo pausado pueden resultar desalentadores. Sin embargo, es una película importante, una que invita a la reflexión y que ofrece una visión honesta y conmovedora de una realidad social que a menudo se ignora. Es una experiencia cinematográfica que se queda contigo mucho después de que los créditos han finalizado.

Nota: 8/10