¿Quién es Cletis T...? (2001)

“¿Quién es Cletis T…?” es una película que se aferra a su propia peculiaridad con una tenacidad admirable, pero que termina siendo un tanto frustrante. La premisa, un asesino a sueldo obsesionado con el cine clásico y que secuestra a un hombre que, resulta ser, ha usurpado la identidad de otro cadáver, es sumamente original y plantea una dinámica de suspense bastante interesante desde el principio. El director, Sean Baker, logra crear una atmósfera inquietante y claustrofóbica que se basa en gran medida en la paciencia y la observación, dos cualidades que son, quizás, las más importantes de esta película. No se apresura a entregarle la respuesta al espectador, optando por un ritmo deliberadamente lento que intensifica la sensación de incomodidad y de que algo malo va a pasar.

La dirección de Baker es, sin duda, el punto fuerte de la película. La puesta en escena es minimalista, casi documental, lo que contribuye a la sensación de realismo y a que nos sintamos como si estuviéramos presenciando una conversación privada, aunque sea entre dos personajes con intenciones evidentemente turbias. El uso del espacio es notable, la habitación del hotel se convierte en un personaje más, con sus muebles desgastados y su iluminación sombría. Esta elección visual refuerza la idea de aislamiento y vulnerabilidad que impregna la narrativa. Sin embargo, el enfoque en la lentitud a veces se inclina hacia la pereza narrativa. Hay momentos en los que la película se estanca, y la tensión se disipa en un aburrimiento justificable.

Las actuaciones son sólidas, especialmente la de Ralph Fiennes como Critical Jim. Su interpretación es magistral, transmitiendo la contradicción entre la frialdad calculada de un asesino y la evidente fascinación por el arte cinematográfico. Fiennes logra que Jim sea a la vez repugnante e inexplicablemente atractivo, un personaje complejo que te hace cuestionar sus motivaciones. Robert Pugh, por otro lado, ofrece una interpretación más contenida como Trevor Finch, pero su habilidad para transmitir la desesperación y la ambición del personaje es encomiable. La química entre ambos actores es fundamental para el éxito de la película. Aunque la historia se centra en los diálogos, la conexión emocional entre Jim y Finch es lo que le da profundidad a la trama.

El guion, aunque ingenioso y con momentos brillantes, presenta algunas debilidades. El diálogo es a menudo excesivamente expositivo, y a veces se siente forzado. Además, la película podría haber beneficiado de una mayor exploración del pasado de Jim, lo que habría aportado un mayor contexto a sus acciones. El ritmo, como se ha mencionado anteriormente, también es un problema importante. La película necesita un pulido en la estructura narrativa para que la tensión se acumule de manera más efectiva. A pesar de estos fallos, la película tiene un potencial muy alto, y la idea central es lo suficientemente original como para compensar las deficiencias. El final, aunque ambiguo, es satisfactorio y deja al espectador con preguntas sobre la naturaleza de la identidad y la redención.

Nota: 6.5/10