
Quiz Show (El dilema) (1994)
(EN) · Historia, Drama, Misterio · 2h 10m
Cincuenta millones de personas vieron, pero nadie vio nada.

Dónde ver Quiz Show (El dilema)
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Sinopsis
Entre 1956 y 1959, Charles Van Doren, perteneciente a una prestigiosa familia de intelectuales y profesor de inglés de la universidad de Columbia, se convirtió en uno de los personajes más populares de Estados Unidos gracias a su participación en el concurso de televisión ”Twenty One”. Durante tres años contestó siempre las más variadas y difíciles preguntas. Pero, cuando su popularidad había llegado a todos los rincones del país, estalló el escándalo: uno de los concursantes eliminados denunció que el concurso estaba amañado.
Ficha de la película
Quiz Show
EN
Michael Jacobs, Julian Krainin, Michael Nozik, Robert Redford
Reparto principal de Quiz Show (El dilema)
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Quiz Show (El dilema).
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de Quiz Show (El dilema)
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
En el ambiente tensio y conflictivo de la década de 1950, la película 'Quiz Show' (El dilema) nos transporta a un momento histórico en el que los ideales del honesto juego y la ética se enfrentan a la corrupción y a la ambición incontrolable. Dirigida por Robert Redford y escrita por Paul Attanasio, basada en hechos reales, nos narra la historia de Charles Van Doren, un intelectual y profesor de inglés de Columbia que se convirtió en una estrella nacional gracias a su participación en el concurso de televisión Twenty One. Sin embargo, su popularidad rápidamente se vio envuelta en una tormenta de escándalos cuando uno de los concursantes eliminados acusó que el concurso estaba amañado.
En términos de dirección, Redford demuestra una magistral capacidad para construir la tensión y mantener el interés del espectador. La película se centra en las intrigas que rodean al concurso y la personalidad de Van Doren, pero sin descartar los aspectos más humanos de la historia. De igual forma, Attanasio ofrece un guion dinámico y complejo, en el cual no se renuncia a las dudas ni a los conflictos morales que rodean al caso.
Las actuaciones son espectaculares en su totalidad. John Turturro ofrece una interpretación memorables como Herbie Stempel, el concursante eliminado que desató la tormenta de escándalos al acusar el amaño del concurso. Ralph Fiennes también se destaca en su papel de Richard Goodwin, un abogado de la justicia que se vio envuelto en las investigaciones contra el programa de televisión. Sin embargo, es la actuación de Rob Morrow como Charles Van Doren la que más nos impacta. Su retrato del personaje es complejo y multidimensional, mostrando a un hombre ambicioso e inseguro que se ve atrapado en el vortice de la corrupción.
En resumen, 'Quiz Show' (El dilema) es una película altamente recomendable para aquellos interesados en el cine histórico y la ética en los medios. Es un ejemplo de cómo la dirección, el guion y las actuaciones pueden trabajar en conjunto para crear una obra cinematográfica de gran calidad. La película es una reflexión acerca del poder que tiene el público en la sociedad, además de la corrupción que puede existir detrás de lo que parece ser un juego honesto. Es una obra de arte que se convierte en una oportunidad para pensar sobre cómo funciona la verdad y cómo nos enfrentamos a las dudas y a los conflictos morales en nuestra sociedad.
Esta película es una oportunidad única para experimentar el pasado de Estados Unidos a través de un lente crítico y emocionalmente impactante. No solo nos ofrece un relato interesante sobre la historia real, sino que también nos hace reflexionar sobre cómo funciona nuestra sociedad y cómo nos enfrentamos a las dudas y a los conflictos morales en el presente.
Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Quiz Show (El dilema). Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Quiz Show (El dilema)” de Robert Greenwald es mucho más que una simple historia de fraude televisivo; es una disección implacable de la cultura de la celebridad, la presión mediática y la fragilidad de la verdad en la era de la televisión. La película, basada en hechos reales, nos sumerge en el turbulento período de 1956 a 1959, cuando el prestigioso programa “Twenty One” transformó a Charles Van Doren en una figura icónica de la televisión estadounidense. Pero detrás de la fachada de la inteligencia y el entretenimiento, se esconde una red compleja de manipulación, pagos y desesperación.
La dirección de Greenwald es magistral. No rehúye la complejidad de la situación, presentando un retrato matizado tanto de Van Doren como de los responsables de la trama. Observamos la creciente obsesión con la popularidad y el espectáculo, un elemento central en la cultura de la época, a través de la lente del concurso, mostrando cómo el deseo de ser visto, de ganar la aprobación del público, puede corromper incluso a individuos con una reputación aparentemente sólida. La película se construye meticulosamente, revelando la verdad poco a poco, dejando al espectador constantemente cuestionando quién es el verdadero villano: Van Doren, que buscaba ascender en la jerarquía académica y profesional, o los directivos de la televisión que lo explotaban para aumentar las audiencias.
Las actuaciones son, sin duda, uno de los pilares fundamentales de la película. Edward Norton ofrece una interpretación brillante como Van Doren, retratando con notable sutileza la transformación del profesor intelectual en un hombre ambicioso y, en última instancia, derrotado por su propia búsqueda de fama. La tensión en su personaje es palpable, el peso de la mentira y la culpa se refleja en cada gesto y mirada. En contraposición, Jeremy Irons, en el papel de Halvard, el ex concursante, aporta una dignidad y un pathos conmovedores. Su rechazo al sistema y su necesidad de justicia son profundamente resonantes, actuando como un catalizador para exponer la corrupción. La química entre Norton e Irons es excepcional, creando un diálogo cargado de matices y emociones.
El guion, adaptado de un libro de David Sifona, es impecable. No se limita a la narrativa del fraude, sino que profundiza en las motivaciones de los personajes y explora las implicaciones éticas y sociales de la manipulación mediática. Las entrevistas con ex concursantes y periodistas aportan una valiosa perspectiva sobre la dinámica del programa y la atmósfera de paranoia que reinaba en el backstage. La película logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo pausado y a su capacidad para evocar el ambiente de los años 50, un periodo marcado por la inocencia percibida y la creciente influencia de la televisión.
“Quiz Show” no es una película fácil de ver, pues obliga al espectador a confrontar sus propias creencias sobre la verdad, la moralidad y el papel de la televisión en la sociedad. Es una reflexión inquietante sobre la naturaleza de la fama, el poder de la manipulación y la fragilidad de las apariencias. Una obra que permanece en la mente mucho tiempo después de que los créditos finales hayan comenzado a rodar.
Nota: 8.5/10
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