Razia Sultan (1983)

“Razia Sultan” (2004) es una película que, a pesar de las décadas que ha pasado desde su estreno, continúa siendo objeto de debate y curiosidad. La cinta, basada en la legendaria figura de Razia Sultán, la primera y única mujer soberana de Delhi, intenta encajar una historia de amor prohibido y ambición política en un período histórico turbulento. Y aunque no lo logra con la maestría de un drama periodístico, sí ofrece un espectáculo visualmente atractivo y un intento interesante, si bien a veces torpe, de abordar un tema fascinante.

La dirección de Shirish K. Kumar se centra en la estética, creando una Delhi medieval exuberante y vibrante. Los decorados, vestuarios y la música, orquestada por M.M. Kehar, contribuyen a una atmósfera de opulencia y drama. Sin embargo, la dirección carece de una profundidad emocional que realmente conecte al espectador con las complejidades de Razia Sultán. Los momentos de tensión política se muestran con cierta superficialidad, perdiendo la oportunidad de explorar con mayor detenimiento las intrigas palaciegas y los desafíos que enfrentó una mujer en un mundo dominado por hombres. Se respira un melodrama fácil, carente de la sutileza que un drama histórico de esta envergadura merecería.

Hema Malini, a pesar de ser la protagonista indiscutible, se muestra algo rígida en su interpretación de Razia. Su carisma, sin duda, está presente, pero su actuación carece de la complejidad necesaria para representar a una mujer que, según la leyenda, era tanto inteligente como despiadada. Vijayendra Ghatge, en el papel de Jamal-ud-Din Yakut, ofrece un contraste interesante, dotando al esclavo abisinio de una dignidad y fuerza de voluntad que a veces son más convincentes que las de la Sultán. Dharmendra, como el rey Alauddin Khilji, ofrece una interpretación más sólida, aunque limitada por el guion. La química entre sus personajes es visible pero no resuena con la fuerza necesaria para elevar la narrativa.

El guion, sin duda, es la debilidad principal de la película. Las líneas de diálogo son a menudo torpes y los diálogos secundarios, que deberían profundizar en las motivaciones y pasiones de los personajes, son demasiado breves. La trama se siente apresurada, tratando de condensar una vida y un reinado en menos de un siglo. Se desaprovecha la oportunidad de desarrollar el personaje de Razia, mostrando tanto su lado ambicioso como su vulnerabilidad. La película se deja llevar por clichés del melodrama, recurriendo a momentos exagerados y situaciones poco creíbles. Si bien la premisa es intrigante, la ejecución no alcanza el nivel esperado, especialmente considerando el gran potencial histórico que ofrece el tema. La película ofrece un vistazo superficial a una figura histórica compleja, más interesada en el romance y el drama que en una reflexión sobre el poder y la desigualdad.

Nota: 5/10