Recién graduada (2009)

“Recién graduada” no es una película que dejará una huella imborrable en la historia del cine, pero tampoco intenta hacerlo. Se trata, en esencia, de una comedia romántica con un toque de drama familiar, una película que se disfruta más por su atmósfera y la dinámica familiar que despliega, que por un guion particularmente original. La película, dirigida por Gabriela Luchetta, se centra en Ryden Malby, interpretada con una sutileza encantadora por Florence Pugh, quien regresa a la humilde casa de sus padres después de la universidad, un lugar que asociamos, inevitablemente, con la incomodidad y la nostalgia de la infancia. La trama, centrada en la búsqueda de empleo, un posible romance y el intento de Ryden de reconciliar su pasado con el presente, se siente inicialmente un tanto predecible, pero la película se compensa con la autenticidad de sus personajes y su honestidad emocional.

La actuación de Pugh es, sin duda, el corazón de la película. Ella logra transmitir la frustración, la inseguridad y la vulnerabilidad de Ryden con una naturalidad que es refrescante. No se trata de una actuación grandilocuente o llena de efectos especiales, sino de una sutil expresión facial y un lenguaje corporal que comunican la complejidad de un personaje que intenta encontrar su lugar en el mundo. El resto del reparto, incluyendo a la excéntrica madre de Ryden, interpretada por Jane Alexander, y el padre, interpretado por Stephen Lang, también ofrecen interpretaciones sólidas, creando una dinámica familiar plausible y divertida. Las interacciones entre estos personajes son el verdadero punto fuerte de la película, ofreciendo momentos genuinos de humor y ternura.

El guion, escrito por el dúo de hermanos que también dirige la película, es funcional y evita los clichés más evidentes del género. No hay sobresaltos inesperados ni giros argumentales complejos. La historia se desarrolla a un ritmo pausado, permitiendo que el espectador se involucre en la vida de los personajes y se sienta con ellos en sus dilemas. Sin embargo, esto también podría interpretarse como una lentitud excesiva para algunos espectadores. El desarrollo de la relación entre Ryden y el profesor de literatura, interpretado por Adam Scott, se construye de forma orgánica y realista, evitando cualquier melodrama exagerado. Es una relación basada en el respeto mutuo y la comprensión, sin necesidad de recurrir a clichés románticos.

Visualmente, "Recién graduada" es agradable, aunque no particularmente memorable. El film se centra en la intimidad de la casa familiar y los paisajes rurales de Nueva York, utilizando una paleta de colores suaves y una iluminación cálida que crea una atmósfera acogedora. La banda sonora complementa la narrativa, añadiendo profundidad emocional a las escenas clave. A pesar de sus limitaciones, la película consigue transmitir un mensaje sobre la importancia de las relaciones familiares, la búsqueda de la identidad personal y la aceptación de uno mismo. Es un retrato realista de la transición de la juventud a la adultez, con todos sus desafíos y contradicciones. No es una obra maestra, pero sí una película reconfortante y agradable de ver, especialmente para aquellos que disfrutan del cine independiente y las historias centradas en los personajes.

Nota: 7/10