Recursos inhumanos (2012)

“Recursos inhumanos” no es solo un thriller de secuestro, es una de esas películas que te atrapa desde el minuto uno y no te suelta hasta que los créditos finales. La dirección de Leigh Whannell, responsable de “Saw” y “Insidious”, se manifiesta con una atmósfera de tensión palpable, construida a base de pequeños detalles inquietantes y cambios bruscos de ritmo. Whannell evita las trampas horripilantes gratuitas, optando por una amenaza constante, una sensación de claustrofobia que se intensifica con cada encuentro con los secuestradores. La película se apoya en la idea de la venganza, pero no la explota de forma simplista; explora las consecuencias psicológicas de la traición y el precio que se paga por la decisión de silenciar a un testigo.

El elenco, encabezado por Teresa Palmer como Annabelle, ofrece interpretaciones sólidas y realistas. Palmer transmite magistralmente la desesperación, la ira y la vulnerabilidad de Annabelle, una mujer presa de la injusticia y decidida a vengar su honor. La química entre los actores, especialmente entre Palmer y Sam Witwer, que interpreta al antiguo jefe, es fundamental para el éxito de la película. Witwer, en particular, ofrece una actuación oscura y perturbadora, dotando al personaje de una ambigüedad que lo hace más complejo y amenazante. La película no se aferra a los clichés del thriller, evitando estereotipos de villanos y permitiendo que la oscuridad del personaje se desarrolle gradualmente.

El guion, escrito por Whannell y Joe Gill, destaca por su capacidad para mantener el suspense y generar incertidumbre. La estructura narrativa es inteligente, alternando escenas de suspense en la oficina con flashbacks del juicio, que explican la traición y los motivos detrás de la venganza. Este recurso no solo proporciona contexto, sino que también aumenta la tensión al mostrar al espectador la perspectiva de los secuestrados y la brutalidad del sistema judicial. La película se atreve a plantear preguntas sobre la justicia, el perdón y la naturaleza del castigo, sin ofrecer respuestas fáciles. La película no se limita a un juego de sustos, sino que profundiza en la relación entre los personajes y las decisiones que toman. La tensión se mantiene constante, y las secuencias de violencia, aunque presentes, son utilizadas de forma estratégica para amplificar el impacto emocional de la historia.

A pesar de algunos momentos predecibles, “Recursos inhumanos” es una película de suspense efectiva y visualmente atractiva. Whannell consigue crear una atmósfera opresiva y mantener al espectador en vilo. Es una película que invita a la reflexión sobre la moralidad y las consecuencias de nuestras acciones. Un thriller psicológico que, en definitiva, se mantiene fiel a la promesa de generar un buen entretenimiento, sin caer en los clichés del género.

Nota: 7.5/10