Relación mortal (1998)

“Relación Mortal” (Killing Eve: The Final Chapter) no es solo una conclusión magistral para la aclamada serie de televisión; es una película que, aunque reducida en escala, retiene la tensión claustrofóbica y el juego psicológico que la convirtieron en un fenómeno. El cambio de formato, de episodios televisivos a una narrativa cinematográfica concentrada, resulta interesante, aunque no siempre totalmente satisfactorio.

La película se centra en el clímax de la batalla entre Helen (Sandra Oh) y Villanelle (Jodie Comer), dos personajes irrevocablemente ligados por una danza mortal de inteligencia, manipulación y, en última instancia, afecto. La dirección de Sev Ohanian logra mantener una atmósfera de constante amenaza, utilizando la localización rural inglesa y la mansión ancestral de la familia Baring como escenarios perfectos para el deterioro gradual de la cordura de las protagonistas y de los espectadores. Ohanian se aleja de las exuberantes composiciones de la serie, optando por una fotografía más oscura, contrastada y con toques de horror gótico que subrayan la decadencia moral que impregna la trama.

El guion, adaptado del material de la serie, se mantiene fiel al espíritu de la historia original. Sin embargo, la compresión del arco narrativo implica algunas concesiones. El ritmo, a veces, se siente precipitado, sacrificando momentos de construcción de personajes y desarrollo psicológico que la serie permitía. Si bien el clímax es explosivo y visualmente impactante, ciertos diálogos y planos argumentales se ven apresurados, dejando al espectador con la sensación de no haber tenido tiempo suficiente para conectar plenamente con las motivaciones de los personajes. La dinámica entre Helen y Villanelle, sin embargo, sigue siendo el corazón palpitante de la película; su relación, ya definida como una extraña mezcla de odio y fascinación, se presenta con una intensidad innegable, impulsada por las brillantes actuaciones de Oh y Comer.

Sandra Oh ofrece una interpretación deslumbrante, explorando con matices la carga emocional de un personaje atormentado por su pasado y por la responsabilidad que lleva en sus hombros. Jodie Comer, en su papel, vuelve a demostrar su capacidad para dar vida a un personaje complejo y multifacético, mostrando una amalgama de vulnerabilidad y crueldad. La película, en definitiva, es un tributo a la profundidad y la complejidad de las dos actrices.

A pesar de sus fallos en cuanto a ritmo y desarrollo, "Relación Mortal" es un adiós memorable a dos de los personajes más icónicos del cine contemporáneo. Es una película que, aunque sea más corta que la serie, logra mantener viva la tensión, el suspense y el misterio que la caracterizaron, y que, al final, recuerda por qué esta singular historia se convirtió en un éxito mundial.

Nota: 7/10