“Remember” (Recuerda) es una película de intrincados matices que, paradójicamente, se centra en la dificultad de recordar y, al mismo tiempo, en la necesidad imperiosa de confrontar un pasado brutal. Christopher Plummer, en lo que quizás sea su mejor papel en décadas, ofrece una actuación conmovedora y, a veces, perturbadora como Zev, un anciano judío sobreviviente del Holocausto plagado de Alzheimer que se obsesiona con la venganza contra Rudy, un criminal de guerra nazi responsable de la muerte de su familia. La película, dirigida por Lenny Abrahamson, no es un thriller de acción convencional, sino una exploración lenta y delicada de la memoria, la culpa, la redención y la fragilidad de la mente humana.
La dirección de Abrahamson es precisa y minimalista, priorizando el desarrollo del personaje y la atmósfera opresiva. Evita los clichés del género, centrándose en el diálogo y en la interpretación sutil de Plummer. La película se construye con un ritmo pausado que, aunque pueda resultar lento para algunos espectadores, permite sumergirse en el mundo interno de Zev, en su lucha contra la enfermedad y en su obsesión vengativa. El uso de la luz y la sombra, la paleta de colores apagados y la atmósfera general de melancolía refuerzan la sensación de deterioro y de pérdida que impregna la narrativa. Abrahamson nos muestra a Zev como un hombre consumido, no como un asesino implacable, y este enfoque humaniza enormemente la historia.
La actuación de Plummer es, sin duda, el corazón de la película. Su interpretación es magistral, capturando a la perfección la confusión, la frustración y el dolor de un hombre que intenta aferrarse a fragmentos de su pasado. Plummer no recita venganza; muestra la desesperación de un hombre que lucha contra una enfermedad que le roba la memoria, pero que al mismo tiempo, le impulsa a buscar justicia, o al menos, un sentido a su sufrimiento. El apoyo de una joven mujer, Sarah (Louisa Carel), quien cuida de Zev, le proporciona un foco de esperanza y ternura, mientras que la presencia de Rudy (Javier Gálvez) crea un torbellino de emociones que llevan a ambos personajes al límite.
Si bien el guion presenta una premisa intrigante, la historia no está exenta de ciertas debilidades. A veces, el diálogo se siente un poco artificial y la resolución final, aunque impactante, podría haber sido desarrollada con más profundidad. Sin embargo, la honestidad emocional y la complejidad de los personajes compensan estas pequeñas fallas. “Remember” no ofrece respuestas fáciles ni soluciones simplistas; nos confronta con la dificultad de vivir con el peso del pasado y con las limitaciones de la memoria. Es una película que, más allá de la trama, invita a la reflexión sobre la naturaleza humana, la responsabilidad, y la búsqueda de la paz interior, incluso cuando esa paz parece inalcanzable.
Nota: 7/10