Remo, desarmado y peligroso (1985)

“Remo, desarmado y peligroso” es una propuesta sorprendentemente sólida en un género que a menudo se siente como una recitación de clichés: el hombre duro, la misión secreta, la lucha implacable. El filme, dirigido por Christiane Northrup, no busca reinventar la rueda, sino encontrar un punto de equilibrio entre la acción estilizada y un matiz de intriga política que, aunque no es profunda, sí añade una capa de interés a la trama. La película no intenta ser un thriller de espías de la talla de “Misión Imposible”, sino un vehículo para el espectáculo físico, y en ese aspecto cumple con creces.

La dirección de Northrup se centra en el combate, y lo hace con una audacia visual y una atención al detalle admirable. Las secuencias de lucha son brutales, realistas y, lo que es crucial, creíbles. No se recurre a efectos especiales exagerados o a la exageración dramática que a menudo contaminan este tipo de películas. La coreografía, inspirada en las artes marciales coreanas y el sistema Choi Do Kwon, es rigurosa y convincente. Los movimientos son rápidos, precisos y se justifican dentro del contexto del personaje de Remo. El ritmo de la película es, en gran medida, impulsado por estas escenas de acción, que son donde realmente brilla. Sin embargo, la película tiene una notable dependencia de estos momentos de lucha, lo que a veces deja el resto de la narrativa un poco desatendida.

La actuación de Gal Shor, como Remo Williams, es sólida y convincente. Shor transmite la dureza, el estoicismo y la moral ambigua del personaje con una naturalidad que ayuda a que la audiencia se conecte con él. No es un héroe idealizado, sino un hombre marcado por su pasado y actuando bajo un código moral propio. El apoyo de Sung-Hyo Kang, como el maestro de artes marciales, es igualmente efectivo. La dinámica entre ambos personajes se siente genuina y contribuye a la construcción de la atmósfera de la película. Sin embargo, la película podría haberse beneficiado de una mayor profundidad en el desarrollo de algunos secundarios, especialmente en lo que respecta a los motivos de la organización secreta.

En cuanto al guion, se siente un tanto funcional. La historia, centrada en la eliminación de políticos corruptos, es un premisa interesante, pero la ejecución no alcanza la excelencia. Los diálogos a veces son torpes y la trama, si bien mantiene la atención, carece de la complejidad que podría haberla elevado a un nivel superior. La idea de una organización que opera con la aprobación del Presidente añade una capa de intriga, pero la explicación de sus objetivos y métodos es simplista. La película se concentra en la acción y el espectáculo, relegando el desarrollo de la intriga política a un segundo plano.

En definitiva, “Remo, desarmado y peligroso” es una película de acción entretenida y visualmente atractiva, con una sólida actuación de su protagonista. No es una obra maestra, pero sí un entretenimiento sólido que satisfará a los fans del género. Si buscas una película para ver y disfrutar de buenas secuencias de combate, esta puede ser una opción adecuada. Sin embargo, si esperas un guion brillante o una intriga política compleja, podrías quedarte un poco decepcionado.

Nota: 6/10