Renesse (2016)

“Renesse” no es una película que te atrapa desde la primera escena con un thriller implacable. Es, en cambio, una película que te eriza la piel por pequeñas pinceladas, por las miradas robadas, por el silencio tenso que se cierne sobre el grupo de adolescentes que se refugian en el campamento de playa. Dirigida por Mish Michaels, se presenta como una exploración introspectiva de la adolescencia, la amistad, la atracción y, sobre todo, los secretos que acechan bajo la superficie de lo aparentemente despreocupado. La película evita los clichés del género de terror, optando por un drama psicológico sutil, pero profundamente efectivo.

El núcleo de la película reside en la dinámica del grupo liderado por Niek Roozen, un joven complejo y con una mirada que transmite una mezcla inquietante de curiosidad y rebeldía. La presencia de Yasmin Karssing y Ella-June Henrard añade una capa de vulnerabilidad y deseo a la mezcla. Sus interacciones, a menudo silenciosas y cargadas de significado, son el corazón de la película. Martijn van Eijzeren, interpretando a un personaje enigmático, actúa como un catalizador de la tensión, añadiendo un aire de misterio que impregna cada escena. El guion, escrito por Michaels y Jo Sonneveld, se basa en la ambigüedad. No revela de inmediato sus cartas, sino que construye la narrativa a través de pequeñas señales, conversaciones fragmentadas y miradas que prometen más de las que dan. Es una estrategia que, aunque deliberadamente lenta, recompensa al espectador que se permite perderse en el ambiente opresivo del campamento.

La dirección de Mish Michaels es magistral en la creación de una atmósfera claustrofóbica y perturbadora. Los exteriores, con el mar inmenso y el cielo tormentoso, contrastan con la restricción del entorno del campamento, creando una sensación constante de inquietud. La fotografía, con tonos fríos y sombras largas, refuerza esta sensación, acentuando la oscuridad emocional de los personajes. La banda sonora, minimalista pero efectiva, se integra perfectamente en la narrativa, intensificando los momentos de tensión y subrayando la incomodidad del grupo. El guion no intenta ofrecer explicaciones fáciles; la película se centra en las consecuencias de las acciones de los personajes, en el impacto que tienen sus deseos y secretos en sus relaciones. El tema de la pérdida, tanto física como emocional, se entrelaza sutilmente con la búsqueda de la libertad y la aceptación de uno mismo. Es una película que te hace pensar, que te obliga a cuestionar las motivaciones de los personajes y a reflexionar sobre tus propias relaciones y deseos.

Aunque la lentitud del ritmo puede no ser del gusto de todos, “Renesse” es una experiencia cinematográfica memorable. No es una película que te asusta de forma literal, sino que te perturba por su honestidad y su capacidad para capturar la complejidad de las emociones adolescentes. Es una película que, en última instancia, te deja con una sensación de incomodidad y la inquietante reflexión de que a veces, los mayores secretos se esconden en los lugares más inesperados.

Nota: 7.5/10